“Nada de negocios con Mercadona”: el testamento del rey de los supermercados de Italia
Ni en pintura. Ni siquiera cuando estuviera muerto. Bernardo Caprotti, el llamado ‘rey de los supermercados italianos’ no quería nada con Mercadona. Tanto, que en su testamento dejó bien claro que no quería que ninguna de sus marcas firmara ningún acuerdo con la empresa dirigida por Juan Roig.
Caprotti falleció el pasado día 30 de septiembre a los 90 años de edad en Milán. En 1957 cofundó la cadena de supermercados Esselunga en 1957, que ahora la cuarta más grande de Italia. En sus últimos meses al frente de la compañía dedicó sus esfuerzos a encontrar un comprador internacional.
Según señala Reuters, estableció conversaciones con fondos de capital privado para vender su grupo por 6.000 millones de euros. Hay varios interesados, y no se sabe si uno de ellos es Mercadona. Si lo estuviera, lo tendría crudo. A menos si nos atenemos a las palabras que se pueden leer en el testamento que ha dejado el magnate:
“En caso de que el contexto muy sombrío en Italia mejore, sería necesario encontrar un socio internacional. Ahold sería ideal. Mercadona no tanto”.
Las palabras de de Caprotti han sido publicadas en varios medios italianos. En las mismas informaciones se asegura que la empresa que parece tener más posibilidades de llevarse el gato al agua es la holandesa Ahold, que además acaba de comprar a su gran rival, la belga Delhaize.
Esselunga da empleo a más de 21.000 personas en Italia y tiene 154 supermercados, 37 perfumerías (bajo la marca EsserBella) y 81 cafeterías. Su facturación en 2014 fue de 7.000 millones de euros.
Además de prohibir las negociaciones con Mercadona, Caprotti dejó en herencia a su segunda esposa y a su hija una participación conjunta de alrededor del 70% en el holding que controla el grupo. El 30% restante irá a parar a sus dos hijos procedentes de su primer matrimonio, y con los que mantuvo una disputa legal acerca de la propiedad del grupo.