“El castellano se aprende solo”
Álvaro Delgado Truyols*.- Con independenciade la necesidad de defender y fomentar las diversas lenguas que existen en nuestro país, que constituyen un patrimonio cultural imprescindible y enormemente enriquecedor, estoy firmemente convencido de que el principal regalo -más de uno diría que el único- que hace España a sus ciudadanos es la lengua castellana. Sólo por el hecho de nacer en nuestro país un nacional español recibe el enorme e impagable don de poder conocer y utilizar gratis una lengua que hablan 600 millones de personas en el mundo, que es la tercera más utilizada en internet tras el chino y el inglés, que es la segunda más empleada del mundo en Facebook y Twitter, y que constituye la segunda lengua en las capitales anglosajonas Nueva York y Londres. Siendo inteligentes, no creo que debamos quejarnos mucho por ello.
Pues bien, a pesar de lo anterior, que está basado en hechos objetivos ciertamente difíciles de rebatir, el catalanismo ha emprendido lo que ellos creen ser su cruzada final para erradicar el castellano de la educación y de la Administración pública en Cataluña y también en Baleares, con el manido argumento de que «es el catalán la lengua que necesita toda la protección, ya que el castellano se aprende solo». Argumento que resulta más falso que un euro de madera porque, como demuestran a diario la mayoría de nuestros políticos, e incluso muchos maestros defensores a ultranza de la lengua catalana, ninguno de ellos sabe hablar bien el castellano, y se dedican a maltratarlo sintáctica y semánticamente en cuanto abren el pico, escriben un mensaje telefónico o en las redes sociales, o tienen el valor de tomar la pluma.
Para alguien como yo, que ha vivido y trabajado durante bastantes años en varios pueblos de la Castilla profunda, donde cualquier hombre del campo habla un castellano maravilloso que dista años luz del de nuestras ilustres lumbreras locales, créanme que constituye un verdadero suplicio -rozando la vergüenza ajena- ver u oír como maltratan la lengua de Cervantes muchos de nuestros representantes en muy diversos campos de la vida pública.
Y, lo que es mucho peor, también buena parte de nuestros maestros y profesores, que son quienes tienen que transmitir sus paupérrimos conocimientos -en esta materia- a nuestros hijos. Ver las pifias constantes que cometen muchos de ellos con los signos de puntuación, con la pronunciación de algunas frases, con el significado de ciertas palabras, o con la simple estructura sujeto-verbo-predicado, hace sonrojar al más pintado.
¿Cómo se puede despreciar de manera tan torpe y ciega un regalo así? ¿Qué tiene todo ésto que ver con la ideología de cada uno? ¿Incluso qué relación tiene con la propia y legítima defensa de la lengua catalana? ¿No se puede luchar en la vida por más de un objetivo? ¿No se dan cuenta todos estos fenómenos de que los estudiantes son como esponjas y lo aprenden todo, especialmente a corta edad? ¿No se aperciben de que, en un mundo cada vez más global, con un correcto manejo del idioma castellano y algo del inglés, más todo el catalán que ellos quieran, pueden viajar, estudiar o trabajar en todo el mundo? Pues no. Parece que no hay manera. Quien come carne parece que no puede comer también pescado. Y, aunque les gustaría, a muchos no les dejan hacerlo, ya que no tienen medios para salir de la educación pública.
Decir, o sólo pensar, que el castellano no necesita ser enseñado porque se aprende solo (con eso se refieren los catalanistas a que los chicos y chicas lo aprenden en el patio del colegio, viendo la televisión, practicando deporte, en el cine, etc.) es una solemne estupidez impropia de buenos profesionales de la enseñanza. Aquí y en Pekín. Nada en la vida se aprende bien solo. Y si se aprende solo, especialmente cuando se trata de una materia difícil como el adecuado manejo de una lengua rica, compleja y universal, se aprende muy mal. Rematadamente mal.
No voy a contarles aquí con detalle mi experiencia como opositor a una plaza de alto funcionario público, cuyos exámenes suelen celebrarse en Madrid, viendo como algunos paisanos no podían «cantar» los temas con soltura ni defenderlos bien ante el Tribunal por su escaso dominio del castellano. Resultaba muy triste y descorazonador pero, con el mismo esfuerzo y horas de estudio que los demás, estaban en una situación de franca inferioridad para sacar su plaza, lo que convertía su aprobado en una verdadera heroicidad. Y yo creo que es profundamente injusto hacerle eso a un estudiante. Si alguien tiene el talento y la capacidad para aspirar a todo, no puede ir a la pata coja porque no sabe manejar con soltura y precisión el idioma común del Estado, que todos los demás opositores manejan mejor que él. Eso -me van a perdonar- es de ser muy cortos, además de muy paletos. Y muchos no se lo pueden imaginar hasta que les pasa. Y en el momento en que les pasa, pese a no merecerlo, la cosa ya no tiene remedio.
Pues señores, así están las cosas. Pensando desapasionadamente, todo esto resulta verdaderamente lamentable y dramático para nuestros jóvenes. Pero es rigurosamente cierto. Una sociedad madura no debería despreciar regalos tan valiosos como éste en un mundo tan duro, cruel y competitivo como el actual. Aunque hay que decir, para completar con más rigor toda esta narración, que a los cerebros ideólogos del sistema de inmersión catalanista los chavales y las chavalas les importan una higa -usando una gráfica y sonora expresión castellana-. A los chicos y chicas que les vayan dando. De lo que se trata -a estas alturas no vamos a engañarnos- es de ir bastante más allá. Silenciosa pero eficazmente, intentan poner en marcha un ambicioso programa de ingeniería social para que nuestra Comunidad, dentro de unos años, tenga una lengua única y, básicamente, un pensamiento único. Y así, los que lo han diseñado todo, que en un régimen de plenas libertades serían corridos a gorrazos en las urnas si demuestran su ineptitud en la gestión de los asuntos públicos, podrán seguir instalados muchos años en su bien regado y rentable machito. Chupando indefinidamente del bote del catalanismo oficial. De ese bote al que, para que no se le vean desde lejos los millones que contiene, lo envuelven muy púdicamente en una bandera. A ver si así despistan a los más torpes, a los más románticos o a los menos avisados.
*Notario.
REBELIÓN EN EL AULA. Cualquier parecido con la realidad NO es mera coincidencia, ni mucho menos: Es el primer día de clase en una escuela de enseñanza primaria de la provincia de Barcelona. Son niños de ocho años. La maestra del aula tiene en sus manos una hoja con la relación de todos alumnos de la clase. Le ha llamado la atención el abundante número de alumnos con nombres es español, porque ella entiende que no tienen nombres catalanes. Hablando, por supuesto en catalán, pues se trata de una escuela catalana y por tanto de inmersión forzosa en catalán, les… Leer más »
No hay que fomentar las lenguas regionales. Todo lo contrario: situarlas en su justo lugar, que desde luego no es el instituto de secundaria ni la universidad, ni mucho menos el senado. Los que hacen oposición en Cataluña y no saben bien el catalán, también están en desventaja respecto a opositores que dominan esa lengua. Estudiar lengua y literatura españolas fortalece la identidad española.
En Francia nunca dieron estatus de cooficial a ninguna lengua regional. Resultado: el nacionalismo separatista que tuvo cierto eco en los 80 es inexistente y ya ni los corsos ni los vascos franceses ni los catalanes del Rosellón sueñan siquiera con plantearse la secesión. a las lenguas regionales hay que dejarlas morir con dignidad, no resucitarlas artificialmente con subvenciones. que es una perdida cultural? Sin duda, pero para alzar el vuelo hay que soltar lastre, y la lengua es uno de los elementos que más lastran el funcionamiento sano de una nación, ningún país multilingüe es un país en paz… Leer más »
Totalmente de acuerdo
Muy bien explicado,, totalmente de acuerdo con usted!
Con el castellano “y algo de inglés”… Viva el rigor. Prueba con “algo de inglés” a completar tus estudios en Estados Unidos, por ejemplo.
Este artículo es una patética exaltación del paletismo.
Todas estas universidades tienen estudios en español.:Universidad de Texas en Austin, Universidad de Miami, Universidad de Nuevo Máxico, Universidad de Florida, la Universidad estatal de Florida, Universidad del Sur de California, Universidad Internacional de la Florida, Universidad de San Francisco y la Universidad de California en Los ángeles.
¿Qué decías de paletismo?
Lo paleto es irse a estudiar a “Amurica”. Es la nueva versión de ” irse a estudiar a la capital”. Palurdismo de primera linea.
La educación se debiera impartir siempre en español. La lengua regional debiera ser una optativa. Es ridículo estudiar una carrera en catalán o en vascuence.
Lo que se fabrica y aprende en 5 minutos es el catalino, quitándole la última letra al español, poniéndole un boñiguito a la C, y metiéndose en la boca una cucharilla de café atravesada para hablar. Ejs que se me ocurren a bote pronto … Albiol, Tardá, Pujol …
Es cierto, el español (Spanish) se defiende muy bien sólo, el dialecto barceloní necesita millones de euros para sobrevivir en una esquina de la península ibérica.
Español para los extranjeros. Castellano para cada español y tan virtuoso como las demás lenguas españolas. Aquí si si somos imprudentes terminaremos por dividir España por sopencos que le siguen al juego judíos de dividirnos a base de odio suscitado.
Esa distinción que dices es un invento de los separatistas. Yo soy española y hablo español.
Spanish? A ver si nos quitamos de una vez ese lacayismo perruno al yanqui, eh? El español no necesita de ninguna muleta, y menos si viene del miserable país que nos quito Cuba, Filipinas y Puerto Rico.
Pues si en casa hablamos catalán y euskera y mi hija sabe catalán euskera y español que al hay eso si lo habla solo en el patio de colegio o en a calle fanáticos
Le confieso que me ha gustado mucho su artículo. Lo suscribo íntegramente.
El español: la lengua que se habla como se escribe (en cierto modo es verdad que se aprende solo ; el enemigo siempre tiene algo de razón) Tal vez sea así, aparte, porque tiene espíritu y atrae.
El español: esa lengua prístina, diáfana y poderosa como un manantial.
El español: la Lengua de Cervantes y del Siglo de Oro de nuestra patria.
Por cierto, esa cosa llamada Dust (polvo) con su deposición nos ha obsequiado con un ejemplo práctico de todo lo que usted ha expuesto.
Tu hija que aprenda lengua moruna y se deje dialectos de andar por casa que falta le va acer