¿Cuáles fueron las irregularidades en las elecciones austríacas?
Un pormenorizado informe sobre las actas de recuento de votos de las elecciones celebradas el pasado 22 de mayo ha permtido al presidente de la Libertad de Austria (FPÖ), Heinz-Christian Strache, que perdió los comicios por apenas 31.000 votos, elaborar una demanda de 150 páginas que en opinión del Constitucional no demuestra que hubiese ningún tipo de manipulación o falseamiento de votos, pero que resulta suficiente para impugnar el resultado. Y eso es lo que ha sucedido, lo que ha obligado a repetir las elecciones presidenciales.
Reiterados fallos de procedimiento, como la apertura anticipada de votos en colegios electorales de pequeñas localidades en las que había votado todo el censo antes de la hora de cierre, y un almacenamiento contrario a la ley de los sobres, pues se mezclaron votos de diversas urnas antes de que las autoridades electorales hubieran tomado nota de los resultados por separado, se sumaron al hecho de que el recuento fue llevado a cabo en ocasiones por parte de personas que no estaban oficialmente habilitadas para ello, lo que ha pesado a favor de la impugnación.
En total se trataría de irregularidades demostradas en 94 de los 117 distritos, «un espacio efectivo para la manipulación», según Strache.
Las tres principales irregularidades
En 82 distritos las papeletas de diferentes urnas fueron mezcladas antes de que las autoridades electorales tomasen nota, lo que afectaría a 573.275 votos.
En 17 colegios electorales las papeletas fueron abiertas antes de comenzar oficialmente el recuento, lo que afectaría a 120.067 votos.
En 11 distritos electorales fueron levantadas las tapas de las urnas antes de que comenzase oficialmente el recuento, lo que afectaría a 80.953 votos.
Es decir, que hubo pucherazo. Y ahora argumentarán que ha sido para salvar la democracia. Cuando se repitan las elecciones y gane el FPÖ me gustará ver las caras de pena de todos esos “memócratas”. Y un poco más adelante, quiera Dios que veamos el “Austrix”.