Venezuela y la violencia por la escasez de alimentos: “Estamos siguiendo la dieta de Maduro. Ni alimentos, ni nada”
A medida que se profundiza la crisis en el país gobernado por Nicolás Maduro, se multiplican las escenas de protestas y saqueos, y crece la violencia cometida por bandas delictivas que culminó unos días atrás con la muerte de Britani Lara. La niña, de cuatro años de edad, fue alcanzada por un disparo, cuando se encontraba con su madre en una cola para comprar alimentos en el Mercal de El Rodeo.
“Si no hay alimentos, habrá más revueltas”, señaló a The New York Times el venezolano Raibelis Henriquez, de la ciudad de Cumaná, donde la semana pasada fueron saqueados más de 20 supermercados, panaderías y camiones de transporte.
El país convulsionado por el hambre registró unos 50 incidentes por la escasez de productos básicos, en las últimas dos semanas, y al menos cinco personas murieron en ese marco, de acuerdo con el diario estadounidense.
Por su parte, el coordinador del Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social contabilizó 94 saqueos, 72 intentos de saqueos y unas 500 protestas en los primeros cuatro meses del año.
El 87 por ciento de los venezolanos no puede cubrir sus necesidades alimenticias, según datos de la Universidad de Simón Bolívar. Un informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros también reveló que una familia de cinco integrantes necesita 16,4 salarios mínimos para cubrir la canasta básica.
Esa realidad, Leidy Cordova y sus cinco hijos, de entre 12 meses y once años de edad, la viven a diario. “Mis hijos me dicen que tienen hambre. Todo lo que puedo hacer es sonreír y aguantar”, señaló Cordova a The New York Times.
Otras familias tienen que decidir quién podrá comer, ya que los alimentos no alcanzan para todos. Es el caso de Lucila Fonseca, de 69 años, diagnosticada con cáncer del sistema linfático, y su hija de 45 años, Vanessa Furtado, quien a pesar de padecer de un tumor en el cerebro, elige no comer en muchas ocasiones para que su madre pueda cumplir con sus necesidades.
“Estamos siguiendo la dieta de Maduro. Ni alimentos, ni nada”, dijo Fonseca al diario estadounidense.
Venezuela padece una profunda crisis política, institucional, social y económica, con una grave escasez de productos básicos.
La encuestadora Datanálisis midió en más de 80% la falta de alimentos en comercios en Caracas -la ciudad más abastecida de Venezuela- en abril. Por su parte, la inflación fue de 180,9% el año pasado, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) la estima en 700% para 2016.
Es por todo esta lúgubre enumeración de datos duros y sus consecuencias sociales que The New York Times plantea el crudo diagnóstico que se refleja en el título de esta nota: “Venezuela tiene convulsiones por el hambre”.