Retrato de “famiglia”
Edu Morato.- El ocurrente photoshoper que recreó esta foto a partir de la reciente foto de familia de Isabel II de Inglaterra con sus nietos, derrocha casi tanto talento como Velázquez en Las Meninas.
El escenario y los personajes retratan con certeza la decadencia de España.
De todo él, se deprenden muchísimas cuestiones, hasta el punto de que retrata, y nunca mejor dicho, un subproducto de casta política.
1.- El Escenario
El mismo nos evoca ese palacio al más puro estilo inglés, donde el continente y el contenido denota un buen gusto en el estilo y una acomodadísima posición económica.
No duden que ambas cuestiones son gracias a nosotros, los españoles.
No cabe desprender del escenario si extramuros hay una nación con un estado fallido (en el que ya está España como lo prueba el incumplimiento sistemático de la legalidad vigente) o no.
La “famiglia” posa en ese marco, con la misma seguridad que da el poder . Así también se sentían los Romanov.
Ahora bien, si interesante es lo que aparece en orden a la decoración y el mobiliario, aún más lo es lo que no aparece.
2.- Los personajes
En su conjunto se echa de “menos” la estúpida e infecta paridad de género (que prima un posicionamiento de la una sobre el otro, por una mera cuestión de género), al igual que una loa a la familia tradicional (núcleo social sometido a un duro acoso desde hace décadas) en tanto como verán, no aparecen retratado padre o madre alguno de las criaturas.
Igualmente, podemos afirmar que en la recreación, cada uno es hijo de una madre diferente.
Abundando en ello, y dado que en los infantes (como sinónimo de niños que aún no han alcanzado la pubertad) y los púberes, no concurren rasgos físicos comunes, podríamos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que obedecen a la descendencia de matrimonios y uniones de hecho diversas.
Sarcásticamente, no podemos descartar que la “descendencia” de esa suerte de “engrendro” infumable (producto de una degeneración del feminismo más estúpido, con esa traslación de la lucha de clases de Engels y Marx, ya superada, al de la lucha de sexos) provenga de matrimonios homosexuales por mor de la adopción o de la inseminación artificial en el caso de las mujeres.
Un elemento que confirma la tesis de que la idelogía de género está presente en el conjunto de personajes que aparecen, es la ausencia de varones adultos, que hace buena la tesis del denominado Manifiesto Scum (producto de una psicótica feminista radical apellidada Solanas) que propugnaba el odio y exterminio de los hombres.
Soslayando lo anterior, y centrándonos en los “aristocráticos” portes de los miembros que cortan el bacalao en España, llama la atención el uso de vestidos y calzados que no hacen justicia a su innoble condición política, alcanzada gracias a la complicidad de un perverso sistema, que prima igual el voto del ignorante que el del ilustrado, y amparado en la traición del Borbón a su mentor, el Generalísimo Franco.
Los vestidos y calzados de esta coral mafiosa de corruptos, trileros y golpista catalán incluído, así como los cómplices del mismo, no es acorde con el escenario, aunque quizás, pretendan transmitir una cercanía con un pueblo, que les desprecia y permite su coexistencia en una muestra de cobardía prolongada y reiterada desde hace más de cuarenta años, por mor de esa estupidez de la “convivencia” en paz entre españoles y a cualquier precio.
Todos ellos pretenden transmitir una fingida imagen de contención y sencillez, mientras la trama mafiosa, en pleno, desarrolla sus negocios en toda esta larga y ancha piel de toro o en Panamá o en Belice o vete tú a saber.
Y ahora llegó el momento de pormenorizar lo que cada personaje proyecta y así:
– La “reina madre” y abuela Rajoy muestra un rostro con una sonrisa fingida, sabiendo que su tiempo ha pasado, que le espera más pronto que tarde su final político, mientras sostiene a un infante, amantado a los pechos de cualquier nodriza de palacio, desconociendo que sostiene sobre él la simiente de su fin y la superación del régimen que representa por otro aún peor, dentro del contexto de una disidencia que ya está descontrolada.
´- Como descendiente de una familia bien, y “agradecido” a la misma, en el infante Errejón anida en éste un profundo desprecio a los ciudadanos (antes pueblo y ahora, lo queramos o no, también) tolerándolos única y estrictamente, en tanto son legitimadores de su futura coartada, a través de ese tongo continuado que es la pantomina electoral, y que sirve para que los menos capaces sean encumbrados por los todavía más incapaces.
– El infante Iglesias se muestra nervioso (observen cómo juega con la chaqueta cogiéndosela de ambas manos) y a disgusto.
Es el elemento más díscolo de toda esta muestra coral.
Su mirada es torva (terrible diría yo), propia de Chucky o el niño diabólico. No es para menos, pues su abuelo era chekista en Madrid, y su padre militante, en sus tiempos, del grupo terrorista FRAP como escisión marxista-leninista del PCE, constituida en organización terrorista.
Su mirada transmite resentimiento y odio muy contenido, que si puede paliará con actos terribles que harán palidecer la dictadura de Maduro en Venezuela, uno de sus mentores intelectuales populistas.
Lo lleva escrito. Si le votan, cuidado, pues para éste el ciudadano es una suerte de bóvido al que ordeñar, y que no protesta, siendo medio, y nunca un fin en si mismo, por lo que prescindirá del bóvido, cuando ya no le necesite, sin pestañear y sin darse importancia.
Este personaje, como el infante Errejón, son producto de esa disidencia controlada (ahora descontrolada) por la maquinaria pepera para encumbrar a la alternativa podemita a los altares, para al final plantear al votante menos inteligente el dilema de la elección entre peperos y podemitas, sin darse cuenta de que si es lo segundo, el cordón “sanitario” frente a los peperos será una realidad, así como para media España, de ahí que lo único eficaz sea el abstencionismo, ya activo ya pasivo.
– La infanta Montoro, sabe posar y estar. Su gesto es propio de quien se desdice de lo que hace y hace lo que no dice. Tiene un punto de mirada pueril pero cansada. No puede disimular que se vende por lo que haga falta, y que sin principios, le da igual un roto que un descosido.
– El infante Puigdemont, aún cuando su rostro manifiesta un entroncamiento con ese rasgo racial vasco, no es tal, es catalán.
En su cabeza anida más el interés por seguir al FC Barcelona (ese equipo español radicado en la región catalana) que asumir sus responsabilidades como continuador del golpismo catalán y protohombre de un futuro estado libre asociado, con la insana pretensión de seguir parasitando a España, ratificando una indiscutible realidad, cual es que Cataluña nos roba.
Si tuviéramos que hablar de algún lerdo en esa representación coral, ese es el infante Puigdemont, al que todo lo que le otorgue o reconozca, le vendrá grande.
Y ahora un paréntesis.
Todos los infantes e infantas del retrato, están en un plano inferior al de esa suerte de “reina madre”, lo que es correcto (por ahora, claro esta) lo que constituye un evidente acierto, si bien es todo un desacierto que los ubiquen a la derecha de pues hasta el infante Montoro es un digno representante de la izquierda más radical en cuanto a lo que a política fiscal respecta y al menos.
Y ahora, agárrense pues vienen curvas.
– La infanta Soraya finge una sonrisa para contrarrestar su rostro de niña fantasmagórica de la película “El resplandor”.
La forma en que agarra el bolso denota una veta materialista que se manifiesta en el esfuerzo que ha de hacer por sostenerlo.
El contenido del bolso es un misterio, pero apuesto que está lleno de dosieres y dinero.
Es una suerte de urraca con una especial atracción por la información y por el brillante vil metal.
Por otra parte, su ubicación en la composición es verdaderamente irrelevante.
La infanta Soraya bien podría estar donde está o en el lado contrario, en tanto los colores no le importan si con ello puede prosperar primero ella y después su familia más próxima.
– El púber Sánchez es retratado como un niño de mirada perdida, como si no diese la menor importancia a la trascendencia de la composión.
Juega a despistar.. Mira a no sé donde.
Quizás es un soñador, un iluso que cree que puede conseguir lo que los demás no, al tiempo que oculta sus manos en los bolsos de su pantalón, por miedo a mostrarse como es.
Por ello genera desconfianza en quien contempla esta suerte de ‘collage’ surrealista, no sorprendiendo que “vendiera” su alma al muñeco diabólico de su derecha, con tal de ser un mero vicepresidente y aún a costa de destruir la herencia del partido que representa. Sí, ese partido que irónicamente proclamó éso de “100 años de honradez”, donde su fundador, Pablo Iglesias (diferente de Chucky Iglesias, para que lo sepan los más jóvenes) proclamó eso de que “queremos destruir la sociedad actual desde sus comienzos”, continuando su obra la banda de Felipe González, trincando todo lo trincable, para acabarla Zp, ésa suerte de iluminado masón que atacó los pilares de España, queriendo ganar la guerra que su difunto abuelo, el Capitán Lozano, había perdido, a pesar de ser un agente doble,aprobando para ello, la sectaria, absurda y confrontadora Ley para la memoria histórica (la de unos, no la de otros, claro).
En el fondo, el infante Sánchez está acomplejado, retraído, desconfiado (no le faltan razones) y aparece como egoísta e inseguro, sabiendo que más pronto que tarde le tocará salir del albero para pasar a la grada, no sin antes intentar aliarse con la abuela Rajoy o con el mismísimo Chucky Iglesias, requiriendo los servicios del infante Rivera, si con ello tiene una cuota de poder que le permita seguir manejando los hilos de su propia banda.
El autor de esta composición clavó la estatura de Sánchez, inferior a la de Rivera en el sentido intelectual, aunque éste tampoco tenga demasiada, por lo que no es ningún mérito superarla, gracias a la cortedad y escasez intelectual de Sánchez, predicable, eso sí, de todos los elementos de la composición.
– Por último, el púber Rivera, exhibe en esta composición una portentosa cabellera, impropia en él, por éso de gustarle el pelo corto y arreglado. Es como si el autor se hubiera cebado con él, colocándole esa suerte de peluca innecesaria, que lo ridiculiza al extremo.
Su cuello es propio de un bóvido, robusto, fuerte, más propio de los rasgos raciales de los hombres de la montaña leonesa que de un payés del valle de Arán. Sin embargo es un aliado a la hora de poderse enfundar cargas diversas sobre sus hombros. Tiene voluntad, pero escaso arrojo. Su aspecto pasa casi desapercibido en la composición, si no fuera por la altura.
En definitiva, queridos lectores, una composición coral de los próceres patrios (aunque todos renieguen de éso en la práctica, salvando alguna excepción como el púber Rivera, aún cuando tampoco lo defiende con la intensidad ni fortaleza debidas), que parten y reparten, llevándose la mejor parte, cómo no, a costa de todos nosotros y para mayor gloria de nuestro merecido empobrecimiento por nuestras acciones u omisiones.
Y recuerden, para que los malos triunfen, sólo hace falta que los buenos callen .
Y más aquí, donde ser bueno es sinónimo de tonto, de ahí que a poco que sea, la gran “famiglia” prospera desde hace décadas mientras saquean sus bolsillos, estrujan su voto, y además, esperan que les demos las gracias, y nosotros, como imbéciles, así lo hacemos.
*Abogado y miembro de la resistencia patriota. @edumorato92
La enorme patraña del 11-M La muerte de Fernando Múgica truncó su proyecto de escribir un libro basado en sus investigaciones sobre el 11-M. Este texto, en el que sostiene que las Fuerzas de Seguridad taparon con pruebas falsas el papel de “potencias extranjeras”, iba a servirle de prólogo. EL ESPAÑOL lo reproduce como homenaje a su tesón en la búsqueda de la verdad. http://www.elespanol.com/espana/20160521/126487531_0.html “Tras el 11-M se produjo una batalla salvaje entre los distintos organismos policiales y de inteligencia… Se montaron, unos a otros, escuchas y seguimientos porque nadie se creía que aquellos primeros personajes que ciertos departamentos… Leer más »
Es un cuadro sinestro como sus personajes siniestros, luciferinos todos (todos pertenecen a la Masoneria). La raiz del cuadro esta muy bien puesta, Rajoy el Oscuro, pero quiene esta detras de Rajoy?
Yo votaré el Frente Nacional español… vaya que no tenemos, todos los partidos con posibilidades de gobernar son proinvasión mora.
por eso yo no voto a los que estan arriba
Podemos confiar los destinos de nuestra patria a gentes que deben obediencia a sectas extranjeras..No se trata de ridículos figurantes con ritos más o menos histriónicos, con delantales y escuadras, de cara a la galería, sino de renegados cuya única misión en la vida es acabar con los fundamentos del alma y principios de España. Para ello se enquistan en todos los centros de poder sin definirse como tales, desde las sombras, como los ladrones. Tan necesario sería extirparlos de nuestra Patria como lo fue en épocas anteriores.
Muy de acuerdo con su comentario….llevamos cuarenta años de dictadura…desde que el perjuro que legalizó el partido comunista un jueves santo, no ha habido en España más falta de libertad desde tiempos inmemoriales
La democracia es un mito con el que se ha pretendido enmascarar la apropiación indebida de los frutos del trabajo en favor de unas minorías que, en nombre de tales libertades, de tales democracias, resultan ser los beneficiarios de esas pantomimas demagógicas.
La partitocracia española es sólo un castillo de naipes; no hay democracia, sino autentica dictadura encubierta,Es algo ya conocido para el español medio.Pero sí conviene insistir,ante la evidencia.
Votas por los musulmanes cada vez que compras en el Corte Inglés y cada vez que llenas el tanque de gasolina o compras productos que para transportarse utilizan petróleo.
Un servidor está hasta los mismísimos cojones…aquí debería venir un tío de uniforme, con gorra y muy mala hostia…España está herida de muerte y esto es el coño de la bernarda….haber si el personal se empieza a dar cuenta y cae del burro
Pues “haber” si se da cuenta…
Cuidado, que habla el catedrático.