Cualquier tiempo pasado fue mejor
Cuando era pequeño, quise presentarme a unas elecciones municipales con la lista de Falange Española. El delegado de Granada apostaba por mí y me incluiría en su lista. Mi fervor patriótico y en particular por la doctrina del patriota José Antonio, ejecutado por las fuerzas rojas, luciferinas y masonas en noviembre de 1936, me impulsaban a ello con decisión.
Recuerdo con nostalgia, con cariño y con un enorme placer que cada 20 de noviembre, todos los granadinos agradecidos al inmenso bien que el General Franco y José Antonio hicieron por ESPAÑA, nos citábamos en la Plaza de las Pasiegas, al pie del Sagrario de la Catedral de Granada, junto a una inscripción en la piedra de la fachada de tan noble monumento eclesiástico, custodiada por una preciosa corona de laurel que constantemente era renovada y que evocaba a la figura del fundador de la Falange y al aniversario de su muerte, como digo, nos reuníamos allí para rendir un pequeño homenaje tras una misa en memoria de ambos, como una muestra de adhesión y a la vez de reivindicación de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, como decía el magistral poeta castellano Jorge Manrique en sus preciosas “Coplas por la muerte de su padre”. Cuando terminaba el acto, cantábamos al unísono el precioso himno de los falangistas, que debería haber sido el himno nacional español, al menos durante los 40 años de libertad que se vivieron en España desde los años 30 a los 70: El entrañable y emocionante “Cara al Sol”.
Volviendo a mis aspiraciones políticas de aquel momento, mis 17 años de edad y mi recto, marcial y maravilloso padre Don José García Martín (q.e.p.d.), entonces redactor jefe del diario Patria de Granada, impidieron que mi candidatura por la lista de Falange de mi amada ciudad de Granada, fuese una realidad. Es cierto que Fuerza Nueva solo me tiraba más que Falange por su líder: Don Blas Piñar.
Me tragaba todos los mítines de la transición; los de Alianza Popular, los nuestros, los del PSOE, con mucho esfuerzo y estómago también los de los comunistas, los de UCD, etc., pero he de reconocer que los únicos que me decían algo fuera de los míos, los únicos que me transmitían, los únicos que contagiaban patriotismo, los únicos que me emocionaban, eran los de Don Blas Piñar y los de Don Manuel Fraga Iribarne, aún representando éste al flácido centro derecha de aquella época, al que ya quisiera parecerse el patético PP de hoy, aunque sólo fuera por el forro.
Fuera de mi vehemencia y polaridad política que no puedo evitar, también he de reconocer que Felipe González, en las antípodas de mi pensamiento y aspiraciones para ESPAÑA, era sin duda un animal político y es palpable que siempre estuvo orgulloso de ser español, exclusivamente en este sentido todos mis respetos para él, básicamente porque al lado de los socialistas de hoy o de las criaturas de Podemos, resulta ser un icono del patriotismo también.
Seguro que cualquiera de mi generación que esté leyendo estas líneas, con independencia de su adhesión política o ideológica, está de acuerdo conmigo en la gran diferencia de prestigio y oficio que hay entre los políticos de aquella época y los de la que vivimos ahora. No quiero ser presuntuoso, pero quizás me van a dar la razón la mayoría en que en esto sí confluimos.
Os invito a todos a que consideréis el circo que nos ha tocado vivir en los últimos 6 meses como una mera anécdota de la historia de España, o una pesadilla que pronto acabará, como una broma de mal gusto. Os invito a rojos y azules a que estemos unidos por primera vez en la historia de esta noble nación para impedir el paso a la gentuza diabólica que quiere destruirla. Dejemos que la cloaca natural de la democracia los elimine y sigamos peleando rojos y azules por gobernar España, pero en las urnas, tengamos cabeza y defendamos por primera vez lo mismo, que no es otra cosa que impedir que una marea advenediza de analfabetos políticos sin experiencia y sin valores, destruyan a la España que a rojos, azules y monarquía, nos interesa mantener siempre por el bien de la inmensa mayoría de los españoles, porque a fin de cuentas, todos nosotros, o al menos nuestros antepasados, hemos derramado sangre por ella y estos “perros flautas” solo han derramado ira, mala leche, vagancia, envidia e incluso traición a los suyos, cuyos votos han captado a cambio de señales de humo y de promesas imposibles técnicamente de cumplir.
No sé si cualquier tiempo pasado fue mejor Sr García Feito. Posiblemente para los más espabilados e inmorales los tiempos actuales son mucho mejor. Es tremendamente más sencillo y lucrativo enriquecerse de manera ilegal hoy día que hace cincuenta años. Pero de lo que sí estoy seguro es que hace medio siglo había un futuro para todos. Peor o mejor, con más o menos abundancia y cosas superficiales, pero el futuro existía. Hoy día… prefiero no pensar en los que hemos traído a este mundo. Hijos y nietos que, si Dios no lo remedia, van a tener que enfrentarse a… Leer más »
No es 50 años después, simplón, son 50 años más de capitalismo, 20 años de capitalismo salvaje, desde que cayó el bloque soviético y se dispararon los neocons, aznares y bushes, es después de 1000 millones de personas y después de 1000 millones de hectáreas de bosques menos.
Con esa soplapollez de pseudónimo, no me extrañan las soplapolleces que escribes en este chat, la musiquilla la misma de siempre, la de todos los indocumentados de siempre, además de que nunca dais la cara ni le echáis cojones a nada, siempre escondiéndose con nicks y con mierdas.
Por supuesto me refería al pata pico ese
Tú, Melo PIco, tu comentario te encasilla y te delata: “HAY DOS TIPOS DE PERSONAS, LAS QUE SABEN Y LAS QUE NO SABEN CONTAR”.
Si señor. Estoy se acuerdo. En los seis meses hemos asistido a un aperitivo de teatro de idiotas y podridos, ahora nos zanparemos el bocata gordo. Mal menor; de lo que nos espera si la casta tradicional no sigue enchufaos asus tetas. Da igual pablo y todos los rojos concentraos solo despertaran a la bestia mas y mas y eso es lo que ya toca , como dice el marranete de moncloa. A mo que me adopte el tercio de alabarderos del santisssimo español jesucristiano.