El actor Ángel de Andrés López, el popular Manolo de la serie Manos a la obra, ha fallecido este miércoles a los 64 años.

De Andrés alcanzó relevancia en los comienzos de los años 80 gracias a su papel en la película de Pedro Almodóvar ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, en la que encarnaba al marido de Carmen Maura. Posteriormente, trabajó de nuevo con el cineasta manchego en Mujeres al borde de un ataque de nervios. También estuvo bajo la batuta de otros directores como Ricardo Franco, en ¡Oh, cielos! o de Carlos Saura en su dramático Taxi.

No obstante, el actor alcanzó su mayor popularidad con su trabajo en la serie Manos a la obra, en la que, junto con Carlos Iglesias, daba vida a los chapuzas Manolo y Benito. Su último trabajo en televisión ha sido en la serie de La 1 Carlos, Rey Emperador.

El actor nació en Madrid, el 13 de octubre de 1951. Licenciado en Derecho, antes de dar el salto a la gran pantalla de la mano de Almodóvar trabajó en el grupo Tábano de teatro, que estuvo activo en España, Europa e Hispanoamérica entre 1968 y 1983.

Además del exitazo que significó Manolo, en televisión también trabajó en ficciones conocidas, como Platos Rotos, Lorca, muerte de un poeta o Pelotas.

Bajo las órdenes de la directora Pilar Miró dio vida a un pretendiente de la condesa de Belflor, interpretada por una estelar Emma Suárez, en El perro del hortelano. Tanto Miró como Suárez ganarían sendos Goyas por esta comedia de 1996.

En 800 balas, el famoso western de Álex de la Iglesia, compartió protagonismo con los grandes Sancho Gracia y Carmen Maura.

Manolo y Benito

Junto al actor Carlos Iglesias, Ángel de Andrés López formó una especie de extraña pareja a la española que entretuvo a los telespectadores durante seis temporadas. Cada capítulo de una hora de duración eran sinónimo de carcajadas a mansalva. Entre el humor castizo y familiar, ambos se metieron en nuestros hogares dando vida a dos albañiles chapuceros.

Socios al fifty fity, como decía Benito, de la empresa de reformas Manolo y Compañía, siempre acababan destrozando sus trabajos (nunca a propósito, eso nunca). Manolo era un auténtico “albañil y pensador”.

“Los años con Ángel de Andrés en Manos a la obra fueron los más felices de mi vida profesional”, ha asegurado el actor Carlos Iglesias a Europa Press, “ha sido un compañero excelente, muy generoso y con el que nunca hemos tenido un problema, ni esas cosas tan comunes que se dan en la profesión, como los celos”.