En España, los partidos políticos son de lo más sosos. Las propuestas más ‘radicales’ no pasan de ser un referéndum de autodeterminación, un contrato único o la creación de un banco nacional que proporcione créditos e hipotecas a interés cero. Nada que ver con lo que pasa en Suecia.

En el paraíso nórdico de la socialdemocracia las cosas andan muy revueltas por culpa de las loquísimas propuestas del llamado LUF, el ala juvenil del Partido Popular Liberal de Suecia. Esta formación no propugna la salida de la Unión Europea o una paga para todo el mundo. Quieren, ni más ni menos, que se legalice la el incesto entre hermanos y la necrofilia.

En concreto, algunos militantes quieren que el sexo entre familiares de más de 15 años de edad no esté perseguido por la ley, al igual que el derecho de las personas a ceder sus cuerpos inertes para que otros se puedan aliviar con ellos.

La propuesta fue presentada por Cecilia Johnsson, presidenta de LUF Estocolmo. En declaraciones concedidas al tabloide sueco Aftonbladet, la dirigente explica que “Entiendo que incesto puede ser considerado inusual y repugnante, pero la ley no puede decir que sea desagradable. Nuestra misión como ala juvenil de un partido liberal es estar un paso por delante”.

“Tienes el derecho a decidir qué pasa con tu cuerpo cuando mueres, y si pasa que alguien quiere acostarse con él, o si quieres donarlo a la ciencia, debería estar bien que pudieras decidir qué hacer con él”, explica Johnsson.

La propuesta ha sido respondida por Maria Hildingsson, secretaria general de la conservadora organización Federación de Familias Católicas Europeas. Para ella, la idea solo se puede catalogar de “un absurdo que ha llegado a un nuevo nivel en Suecia”.

Por su parte, Stefan Gustavsson, secretario general de la Alianza Evangélica Sueca, asegura que la legalización de la necrofilia y del incesto es una “consecuencia lógica de una sociedad que ha olvidado el verdadero sentido de la sexualidad en el matrimonio y entre personas de diferente sexo y se ha abierto a nuevas interpretaciones, como las uniones de homosexuales”.

Por su parte, los dirigentes del partido liberal se han distanciado de las propuestas del ala juvenil y les han reprendido por ‘ridiculizar lo que significa de verdad el liberalismo’.