Podemos ha designado ya a sus primeros asistentes en el Congreso, tal y como apareció en el Boletín Oficial de la Cámara el pasado miércoles. Uno de ellos es Pedro Antonio Honrubia Hurtado, número cinco por la circunscripción de Granada en las elecciones del pasado 20 de diciembre y colaborador en la web de extrema izquierda “kaosenlared”.

Honrubia Hurtado no dudó en proclamarse a favor de los presos de ETA y del régimen dictatorial de Venezuela, en insultar a la Iglesia y a los católicos o en hablar de la “demofascia española”. En octubre de 2011 -tras el comunicado de ETA anunciando el cese de su actividad armada- aseguró que el “escenario de paz” no existía pues “el estado español y francés seguían con la persecución y el encarcelamiento de militantes de ETA y de las demás organizaciones izquierda abertzale tradicional”.

Asimismo, llamó “fuerzas de ocupación en las tierras vascas a la Policía Nacional, la Guardia Civil y ejército español” y manifestó que a los vascos “les quedaba mucho aún por sufrir a consecuencia de la violencia policial, militar, judicial, política e incluso constitucional española, antes de alcanzar sus derechos como pueblo”. “La paz de los cementerios, no es paz. Es la paz de los represores. El pueblo vasco seguirá luchando contra el estado y contra su violencia”, sentenció.

Hurtado también puso de manifiesto en su artículo “¿Cambiamos las cruces en la escuelas por fotos de Marx en las Iglesias?” su odio visceral a la religión católica asegurando que “estaba cansado de que una institución arcaica, reaccionaria y anclada en la Europa Medieval siguiera teniendo un espacio público no le pertenecía”. “Que se metan su Iglesia por donde les quepa, que nos dejen en paz de una vez. Que se vayan todos a una isla y se hundan en ella, si quieren. Me da lo mismo. Pero que se callen de una vez. No los aguanto más”, aseveró, poco antes de señalar que “la cruz no era símbolo de libertad y vida sino de opresión y muerte” y llamar “tirano” a Dios. En otro texto, -“Jesús, su calvario y crucifixión”-, escribió que “Jesucristo, a su manera, fue revolucionario y socialista” y que los cristianos le habían convertido “en un becerro de oro al que adorar” sin aprender nada de él.

En este sentido, dijo que no dejaría que se colocara un crucifijo en un espacio público: “No, no lo permitimos. Igual que ustedes no permitirían que pusiésemos una foto de Marx, de Mao, de Lenin o del Ché en cada una de sus Iglesias. Porque sus Iglesias son suyas y en ellas hacen lo que les da la gana. Nosotros igual: ciudadanos de un Estado Aconfesional, con creencias diversas, o directamente sin creencias. El espacio público es nuestro. Y no os queremos en él”.

Como buen podemita, defendió también el legado de Hugo Chávez: “Sí, soy chavista. Apoyo a Chávez como cabeza visible de un proceso revolucionario, apoyado a su vez por un pueblo, el venezolano, que se cansó del saqueo perpetuo al que estaba sometido por el imperialismo, y dijo basta”, señaló. Además, no dudó en compartir a través de las redes sociales una imagen en la que podía leerse “Pues yo sí apoyo a Venezuela y defiendo la detención del alcalde golpista”, en referencia al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, capturado por agentes del servicio de inteligencia de Venezuela por estar detrás de un supuesto golpe de Estado. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas consideró el 3 de septiembre de 2015 arbitraria la detención del opositor y reclamó su inmediata puesta en libertad, algo que todavía no ha ocurrido.