Granados y su mujer veranearon en un chalé de Marjaliza en Marbella y pagaron sólo 3.000 euros por el alquiler de 7 años
La Púnica: una trama de presunta corrupción y de complicidades entre políticos y empresarios, que con el tiempo se fue deshilachando. En una foto del sumario, Francisco Granados, con la tuna, celebrando su cumpleaños. En la mesa, Ramiro Cid, el constructor que le levantó una vivienda en Valdemoro a cambio de adjudicaciones. Aunque nunca llegó a entregársela. A su lado, José Miguel Moreno, el sucesor de Granados en la Alcaldía. Todos salían ganando. También David Marjaliza. Que adquirió otro chalet en Marbella donde Granados y su mujer veranearon durante siete años. Apenas pagaron 3.000 euros. Era para agasajarles. Fue sembrar para recoger, reconoce el mismo Marjaliza.
Pero las cosas se torcieron, según las conversaciones que aparecen en el sumario. Los registros sacaron a la luz el alto nivel de vida de los implicados en la Púnica. Tanto dinero B tenían que tuvieron que recurrir a amigos y a familiares para ocultarlos, incluso en maletines cerrados con candados. También los regalos que llegaban de empresarios. Obras de arte, cabezas de toro disecadas, plumas estilográficas y relojes de lujo.
Eso está fuera de ¨ mercado ¨ . Por de pronto hay indicios de algo raro y posiblemente acordado en petit comité.
Que recuerdos cuando veía al amigo Granados — con su sonrisa peculiar — en mesas de debates asiduas. Ya no vemos esa sonrisa como antaño.
Que cosas.