Moreno, en el acto de esta mañana en Marbella.

Ya no queda nadie a quien el PP meta en su campaña. Después de varios días en los que las referencias a Podemos eran veladas, sin citarles expresamente, y sabedor como es el PP de que su electorado natural dista años luz del de la formación de Pablo Iglesias, Juanma Moreno no ha entrado en el cuerpo a cuerpo con ellos, pero sí que ha utililzado su distancia ideológica para remover conciencias entre los abstencionistas conservadores, para conminarles a acudir a las urnas para evita lo que consideran males mayores.

Pese a que su principal adversaria política, Susana Díaz, se ha comprometido a dejar al margen de posibles pactos postelectorales tanto a Podemos como al PP, Moreno ha acusado al PSOE de estar dispuesto a «abrir las puertas de la Junta» a la pujante fuerza política, a la que las encuestas sitúan como tercera en intención de voto en las autonómicas. Especialmente después de que la presidenta andaluza y secretaria general del PSOE-A reivindicara su autonomía en política de alianzas respecto de la formación que lidera Pedro Sánchez, con quien no guarda una especialmente buena sintonía.

«Eso es malo para Andalucía», advertía Moreno en un acto de la Asociación de Pequeña y Mediana Empresa de Marbella (Apymem), en la ciudad malagueña. «Solo existe un dique de contención a aventuras ideológicas, no os dejéis llevar por cantos de sirena», ha abundado insistente Moreno, reclamando para su formación el voto «útil, seguro», «no somos un experimento», ha dicho.

Decreto del litoral

El candidato popular ha aprovechado su estancia en la turística ciudad de Marbella para anunciar su programa en materia de turismo, que incluye medidas como la agilización de las concesiones de chiringuitos, la creación de una Ley de Municipios Turísticos para mejorar la la financiación local de las ciudades con más visitantes foráneos, o el apoyo a la actividad del sector a través de políticas públicas para incentivar el consumo. Pero, además, anunciaba que su Gobierno tendría la firme intención de derogar el decreto-ley de protección del litoral porque, a su juicio, es una norma «antiempleo».

En la administración autonómica, ha dicho el aspirante popular a San Telmo, «hay mucha ideología y ha faltado gestión», lo que ha llevado a demonizar algunas actividades turísticas. «¿No se puede hacer un campo de golf? ¿Las infraestructuras deportivas son de derechas? ¿De qué es entonces un campo de fútbol, de centro, de izquierdas o de derechas?», ejemplificaba Moreno.

Ha apostado por un «desarrollo equilibrado turístico y social con el medio ambiente», por una «protección del litoral» que a su vez permita actividades económicas que generen empleo, y un turismo de sol y playa que tenga a Marbella como corona. «A cuantos presidentes de comunidad autónoma les gustaría tener un Marbella», ha arengado el popular, acompañado por la alcaldesa de la localidad, María de los Ángeles Muñoz (PP). Moreno advertía de que la Junta, con su trato hacia Marbella, «quiere matar» la ciudad que calificó como «la gallina de los huevos de oro».