Gonzalo Vidarte.- Los kurdos se disponen a iniciar la ofensiva para liberar Mosul, la segunda ciudad kurda de Irak. Los peshmerga tienen rodeada la ciudad y avanzan liberando aldeas de los alrededores.

Los kurdos están con la moral alta después de lo que califican de “grandiosa victoria” en Kobane, tras 133 días de asedio. En la última semana, han liberado más de cien aldeas del entorno de Kobane, encontrando poca resistencia, grupos aislados de crueles integristas que huyen a las primeras de cambio o que sucumben como si hubieran perdido el contacto con sus mandos.

El siguiente objetivo es Mosul, donde la tiranía del llamado estado islámico ha alcanzado cotas de inhumanidad inimaginables. Mosul fue conquistada el verano del pasado año, cuando el ejército regular iraquí perpetró una auténtica desbandada, abandonando numeroso equipo. Un ejército bien equipado pero escasamente motivado. Los integristas, inesperadamente, cortaron su avance hacia Bagdad y giraron hacia el norte situando al Kurdistán como su principal objetivo. Sin duda, a la búsqueda de controlar las importantes reservas petrolíferas del Kurdistán. Craso error.

Los kurdos están demostrando que ante combatientes dispuestos y motivados, los del Estado islámico tienen poco que hacer. En Kobane, cuando se vieron perdidos, en su desesperación de descerebrados recurrieron a estrategias delirantes, como mandar a suicidas contra los parapetos kurdos. Un miliciano kurdo recuenta hasta seis de estos kamikazes contra su barricada. “Era absurdo”, reseña.

El significado de la derrota de Kobane

Kobane ha tenido un alto significado, por eso el Estado islámico se empeñó poniendo toda la carne en el asador. Se calcula que han muerto más de dos mil de sus militantes en esa batalla. No sólo se trata del final de la propaganda de invencibilidad de los integristas, sino del mismo simbolismo de Kobane, que representa el antídoto y la antípoda de lo que implica el integrismo. En medio del conflicto bélico, en la comarca de Kojava, de la que Kobane sería la capital, se ha configurado lo que se denomina “revolución”, con instituciones participativas democráticas.

En el Decreto común de noviembre de 2014, se pena la poligamia, se concede el pleno derecho de herencia a las mujeres y la posibilidad de rechazar un matrimonio pactado sin consentimiento, así como la capacidad de cualquier miembro de cualquier etnia y religión a acceder a puestos del Gobierno. Es decir, los integristas no sólo querían tomar Kobane como objetivo militar sino también acabar con lo que significaba. No es descartable que hayan puesto en marcha un proceso muy alejado de sus aviesas intenciones: la participación de las mujeres kurdas, encuadradas en milicias, en la defensa y victoria de Kobane es probable que sea un detonante para cambiar muchas cosas en el mundo islámico, aunque los kurdos, a pesar de que Saladino era kurdo, sean considerados una etnia marginal, una especie de musulmanes de segunda.

Varapalo para Turquía

Pero más allá, ha sido un varapalo para la Turquía de Erdogan, que ha apoyado tácitamente a los integristas frente a los kurdos, incluso llegando a anunciar la caída de Kobane. La victoria de Kobane ha significado la entrada en la escena internacional de los kurdos y el horizonte de un Kurdistán independiente, con territorios de la actual Siria, Irak y Turquía. La resistencia de los kurdos ha dado alas y optimismo a la oposición dentro de Turquía a Erdogan, demasiado complaciente con los integristas, de los que él de otra manera forma parte. Un Kurdistán independiente, como se va perfilando, sería un contrapeso al doble juego de Turquía.

Más resolución

Los kurdos han puesto, al tiempo, en evidencia a la coalición internacional mostrando una resolución de la que ésta ha carecido hasta el momento y poniendo en evidencia que, siendo fundamentales los bombardeos, las victorias finales se consiguen en tierra, con infantería que toma el terreno. Desde esa autoridad moral, Masud Barzani, presidente de la autonomía kurda en Irak, ha pedido “más resolución”, lo que implica “secar las fuentes de financiación del Estado islámico”, cerrar las fronteras a su reclutamiento, combatir su propaganda y, por supuesto, armas. “La guerra se gana con armas y necesitamos más armas” con “ayuda organizada y sostenida”. Barzani ha recibido ya el compromiso de Angela Merkel para recibir ayuda militar. Obama tendrá que mover fichas más poderosas para resolver un problema que, en buena medida, él ha creado.

Black Hawk en Erbil

Helicópteros Black Hawk están sobrevolando continuamente en los últimos días Erbil, la capital del Kurdistán. Estados Unidos ha tenido que enviar esos helicópteros tras la crisis surgida a raíz del alevoso asesinato –quemado vivo- del piloto jordano, por la evidencia, de que sometido Estados Unidos a los dictados de Turquía y del endeble gobierno de Bagdad, todo el equipamiento y aeronaves para operaciones de rescate se encuentra en Kuwait, muy lejos de los escenarios de conflicto. Turquía ha negado la utilización de la base de Incirlik y Bagdad consideraba negativo utilizar bases en el Kurdistán, a pesar de que el ejército iraquí se ha mostrado hasta el momento ineficiente en su operatividad.

Tras la muerte del piloto jordano, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos amenazaron con abandonar la coalición si no se mejoraba la capacidad de acudir en rescate de pilotos derribados. Jordania ha mostrado una resolución encomiable. El asesinato inhumano del piloto jordano ha levantado una ola de indignación en toda la nación y especialmente en las Fuerzas Armadas, desde donde tras la operación de castigo, con bombardeos en las zonas sirias ocupadas por el estado islámico, se ha declarado que “esto es sólo el principio y vais a saber quienes son los jordanos”.

La victoria de Kobane puede haber marcado un antes y un después para el integrismo. El tiempo lo dirá. Por de pronto, Egipto se dispone a armar a las tribus del Sinaí, emulando a las milicias kurdas, para luchar contra los integristas en la zona.

La relevancia de la victoria de Kobane transciende al propio ámbito territorial del Kurdistán. Y esa es la convicción que ha movido a sus defensores. Como ha declarado el líder de la localidad kurda, “esta ciudad ha defendido a la Humanidad contra la organización terrorista más cruel”.