Alberto García.- Estamos ante un tema tabú. Un tema del que nadie prácticamente habla. El duopolio televisivo-comunicativo en España. La casta política se ha blindado muy bien en España en lo que a comunicación se refiere. En España, dos empresas aglutinan la mayoría de canales de televisión, radio e incluso parte de la prensa.

Estas dos grandes empresas reciben a través de “concursos” la mayoría de anuncios públicos del Estado. Anuncios de la Dirección General de Tráfico, anuncios del Ministerio de Sanidad, anuncios del Ministerio de Defensa, anuncios del Ministerio del Interior, etc… También los anuncios de las grandes empresas públicas españolas, como es RENFE, AENA, SELAE, etc…

Es decir, sólo dos empresas se reparten sumas multimillonarias al obtener la mayoría de anuncios del Estado y sus empresas públicas.

¿Pueden entonces ser estos medios libres para criticar, opinar, generar una corriente alternativa de información veraz y sin manipulación partidista? Mi opinión es que NO.

Este reparto publicitario está basado en criterios de idoneidad, transparencia, repercusión mediática, etc.. pero la realidad a la hora de la adjudicación para cualquier empresa distinta a estos dos grandes monstruos es muy distinta.

Por ejemplo, al hablar de idoneidad estamos hablando de un factor o requisito muy subjetivo. Esto es indiscutible, en tanto en cuanto la idoneidad en el mundo de la comunicación depende de licencias, permisos, requisitos, que el propio Gobierno regula y autoriza o deniega, por tanto, la idoneidad y la repercusión mediática de un medio de comunicación en España depende única y exclusivamente de que el Gobierno conceda su beneplácito otorgando la licencia correspondiente, así como la financiación suficiente mediante la “adjudicación” de contratos de anuncios del Estado (ya que una radio o televisión requiere un mínimo de cobertura económica).

Es importante ver cómo en el Congreso de los Diputados, dos grandes grupos políticos se reparten la mayoría de escaños, gracias a la actuación que sus dos grandes monstruos mediáticos, que como perros al servicio de su amo, y careciendo de libertad a la hora de comunicar disponen astutamente las noticias e información que es adecuada en cada momento; es decir, deciden la línea informativa del canal y por tanto la información que debe llegar por todos los medios a cada ciudadano español.

Siempre habrá alguien que podrá decir: ¡también existen medios de comunicación autonómicos! y no le faltará razón. En la deriva autonómica creada por la Constitución del 78 en la que uno de sus primeros artículos denomina a las actuales comunidades autónomas como naciones ( …las diversas nacionalidades…) cada uno arrima la ascua a su sardina, pero la creación de opinión discordante o crítica es perseguida por todos por igual.

De hecho, igual que se pusieron de acuerdo la banda de los cuatro (PP+PSOE+CIU+PNV) en la creación de nacionalidades en la carta magna, para poco a poco ir introduciendo el Estado Federal si o si (lo quieran o no los ciudadanos) se ponen de acuerdo para establecer la actual doctrina comunicativa o mediática conforme a sus intereses particulares, que no es otro, que el seguir viviendo privilegiadamente a costa de los trabajadores y pequeños empresarios españoles.

Creo también importante reseñar la importancia que ha tomado internet a la hora de estar bien informado y obtener de diversas fuentes no controladas por la casta política la información adecuada. El problema es que no tiene tanta repercusión como otros medios debido entre otros factores a la edad de la población y su manejo de las tecnologías. Pero por suerte, se encuentra en un crecimiento progresivo paralelo a la desafección política, debido a esto creo que es posible estar ante un pequeño hilo de esperanza.

Fundamental es el análisis de los programas, películas, series, e informativos que nos repiten de forma machacona este establishment mediático para que entre en nuestras consciencias una determina percepción de la realidad. Les invito a pensar o analizar cuáles son los motivos o instrucciones que inducen a estos dos grandes monstruos a que un 70% de la programación gire en torno a EEUU y sus tradiciones o costumbres. Y se demonice de forma sistemática a Rusia y sus aliados.

Piensen y analicen. Nada ocurre por casualidad.

*Abogado