La historia de un bebé discapacitado que una pareja australiana ha rechazado por padecer síndrome de Down ha despertado la indignación y la solidaridad entre miles de personas, logrando recaudar casi 100.000 dólares (74.474,0272 euros) y varias ofertas de adopción alrededor del mundo.

La pareja, que contrató por 16.000 dólares (casi 12.000 euros) a una mujer tailandesa como madre de alquiler, decidió llevarse con ellos solo a uno de las mellizos nacidos y dejar al hermano con discapacidad con su madre biológica en la provincia de Chonburi, al sureste de Bangkok, según publica la web de la ABC.

“Tomé la decisión porque el dinero que me ofrecían me permitiría educar a mis hijos y pagar las deudas”, ha explicado la madre, que lamenta que el pequeño rechazado sufre además una dolencia del corazón que requiere de un costoso tratamiento que no puede permitirse. “No sé qué hacer. Elegí tenerlo, lo quiero, ha estado en mi barriga durante nueve meses”, ha explicado a la prensa local.

También se ha pronunciado al respecto el primer ministro australiano, Tony Abbott, quien ha considerado que la historia es “increíblemente triste”. “Supongo que ilustra las dificultades que entrañan este tipo de negocios”, ha explicado a la prensa.

Tailandia se ha constituido en los últimos años en un popular destino de turismo médico y cada vez más parejas extranjeras viajan hasta el lugar para someterse a la Fecundación in Vitro (FIV) a pesar de las confusos detalles acerca de la legalidad aplicable en el país. Según ha explicado un funcionario del Ministerio de Salud Pública de Tailandia, Tares Krassanairawiwong, los vientres de alquiler tienen cumplir condiciones como la relación entre la madre y los futuros padres, así como la ausencia de una transacción económica.