La vinculación de CC.OO. y el fenómeno de las «mafias de la construcción» suma otro elemento de prueba. Se trata de una sentencia firme contra la que no cabe recurso. Es la primera que se da en Córdoba por este tipo de prácticas ilegales. La Audiencia Provincial ha ratificado el fallo del Juzgado de lo Penal número 5 de Córdoba que consideró a dos de sus sindicalistas culpables de una falta de coacciones por presionar a un empresario en 2009 para que colocara en una obra de la capital a determinados trabajadores.

Los condenados, José Manuel Ávila y José Tirado, no son dos miembros más de Comisiones Obreras. Cuando se denunciaron los hechos, pertenecían a la dirección provincial de Fecoma, la federación de construcción de CC.OO. Incluso, en ese momento, uno de ellos era miembro de la ejecutiva regional de la citada federación.

El fallo respaldado ahora por la Audiencia condenó a cada uno de ellos a 20 días de multa a razón de 6 euros diarios por intentar obligar al denunciante a contratar a determinados trabajadores. El Juzgado de lo Penal Número 5 consideró probado que en noviembre de 2009, y durante dos días, acudieron a la obra en cuestión numerosas personas. Entre ellas, había miembros del colectivo de soladores —uno de los que aparecen en las «mafias de la construcción»—. Protestaron por «la contratación de otros trabajadores de igual gremio» hecha por la promotora de un bloque de pisos.
Larga trayectoria en CC.OO.

Además, seguía el fallo, Ávila y Tirado «como pertenecientes a CC.OO.» se reunieron por separado con el gerente de esta firma. El primero advirtió al empresario «en tono alto» de que «su negocio iba a tener problemas y le iban a ir mal las cosas si no hacía lo que querían [en cuanto a personal]». Y Tirado fue a ver al gerente para «lograr la contratación pretendida coartando su voluntad». En días posteriores, hubo «protestas» ante la obra.

El relato encaja con la forma de operar de estos grupos de escayolistas, yeseros o soladores, ya desaparecidos. Presionaban a las empresas para que contratasen a los miembros de sus «listas». Para estar en ellas debían pagarse cuotas, incluso después de obtener el puesto. A CC.OO. se le ha venido uniendo con estas prácticas.

La Audiencia Provincial tumba el recurso de ambos sindicalistas. Una cuestión alegada fue que se les aplicó indebidamente el artículo 620.2 del Código Penal, que alude a penas por coacciones. El órgano judicial rechaza esta pretensión. El concepto de coacción, a su parecer, encaja con «personarse en la obra reiteradas veces con la fuerza intimidatoria de la presencia de un numeroso grupo de personas cuyas intenciones reales se desconocen» y con que uno de los condenados advirtiera al gerente de que «puede tener problemas si no contrata a determinados trabajadores en detrimento de otros».

La Audiencia añade en su fallo que un posible conflicto laboral «no justifica la actuación de los apelantes», pues hay cauces para resolverlo y no son «intentar imponer su voluntad por una vía de hecho expeditiva y antijurídica». Sí reconoce que no fue una coacción de gran intensidad. Por ello, se calificó lo sucedido como falta. De igual modo, rechaza argumentos de los recurrentes como que se vulneró su presunción de inocencia.

ABC contactó con CC.OO. para pedir una valoración de esta sentencia y conocer si se tomará alguna medida disciplinaria con estos dos sindicalistas. El sindicato declinó hacer declaraciones. Y no guarda silencio sobre dos afiliados cualquiera. El de más relevancia es José Tirado, histórico de su sección de construcción(Fecoma): miembro de sus ejecutivas provinciales entre 2004 y 2008 y de la dirección regional (2008-2012). Además, él está vinculado con el gran caso de «mafias de la construcción», adelantado por ABC. Lo lleva el Juzgado de Instrucción número 7. Arranca en 2010, cuando la Policía detuvo a cuatro personas por su presunta implicación en estas prácticas. Una de ellas fue Tirado. Están imputadas por asociación ilícita y coacciones. En esa operación, se registró la sede de Fecoma en Córdoba. Los agentes intervinieron dos ordenadores. En cuanto a José Manuel Ávila, fue miembro de las ejecutivas provinciales de Fecoma surgidas de las asambleas de 2004 y 2008.

CC.OO. rechazó confirmar si alguna de estas dos personas tiene ahora responsabilidad directiva en el sindicato o la Fecoma. Eso sí, al menos cuando la sentencia no era firme, Tirado seguía en la federación de construcción con su actividad. En enero de 2013 consta en documentación oficial como miembro por Fecoma de la mesa del convenio colectivo provincial.