Imagen de la patera en la que llegaron los subsaharianos a Melilla.

Una patera impulsada por un motor de 90 caballos con unos 20 invasores subsaharianos a bordo ha conseguido llegar este domingo a Melilla, si bien, de los ocupantes, la Guardia Civil ha logrado interceptar a once, mientras que el resto de los tripulantes se han dispersado por la ciudad para evitar ser detenidos, según ha informado una portavoz de la Delegación del Gobierno.

Una zodiac, equipada con un potente motor fueraborda de 90 caballos de potencia, ha alcanzado la costa melillense a las 7,00 horas de este domingo, en concreto a la playa de los Cárabos, tras ser avistada por el dispositivo de control fronterizo de la Guardia Civil cuando se dirigía, desde mar abierto, de Marruecos hacia la ciudad española.

Las fuentes han explicado que “se calcula que la patera podía transportar a unas 20 personas, dadas sus dimensiones –nueve metros de eslora–, no obstante la Guardia Civil sólo ha interceptado a once invasores, ocho de ellos varones, de los cuales dos son menores de unos 15 ó 16 años de edad, y el resto tres mujeres, una de ellas embarazada”.

Asimismo, ha indicado que el mal estado del mar impidió que el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil pudiera salir de inmediato a la mar, por lo que la unidad, que también fue alertada tras la llamada de un ciudadano al 112, optó por trasladarse por tierra hasta la bocana del litoral playero, para iniciar una operación de rastreo por si alguno de los ocupantes de la patera hubiera caído al agua.

De esta manera, los 11 interceptados fueron auxiliados por la Guardia Civil con mantas térmicas principalmente, pero dado su buen estado de salud en ningún caso requirieron ser trasladados a centros sanitarios. De igual modo la portavoz ha destacado “el extremo riesgo de la operación de salvamento, dado que el pésimo estado de la mar, de fuerte marejada de levante, complicó enormemente las labores de rastreo preventivas en aras a auxiliar a algún posible invasor que pudiera haber caído al mar”, si bien ha asegurado que “no se ha localizado a ningún ocupante accidentado”.

Por otro lado, ha subrayado “el salto cualitativo que supone la potencia y característica de la embarcación, muy costosa y bien equipada con un potente motor de 90 caballos”. La embarcación llevaba también dos garrafas de combustible y un flotador de grandes dimensiones, “presumiblemente añadido por las mafias que se lucran con los inmigrantes, con el fin de asegurarles un asidero para el caso de que la fuerte marejada volcase la barca”.

Por último ha señalado que “no ha sido menos costosa la labor de rescate de la embarcación, de imposible traslado mar adentro para su remolque, una vez quedó encallada a la arena, y que tuvo que ser arrastrada con cabos de cuerda hasta la orilla para poder desmontarla y transportarla hasta instalaciones oficiales dependientes de la Guardia Civil”.