Alertada por los gritos de una niña provenientes de la casa, la Policía de Bruselas ha intervenido este martes en el domicilio de una familia africana en el barrio de Midi. Se trataba de una niña de 13 años que estaba siendo castigada por su madre. La progenitora le había introducido a su hija unas guindillas en el ano para castigarla por motivos aún no esclarecidos.

Un portavoz judicial de la ciudad de Bruselas ha declarado que una investigación está en curso para determinar los pormenores del incidente. La madre ha sido puesta a disposición de la Justicia por maltrato a menor, aunque no ha aclarado si se ha dispuesto su detención. El juez de instrucción se ha negado a hacer ninguna declaración acerca del caso.

Se ha sabido que los hijos de esta madre ya han sido objeto de medidas de protección en ocasiones anteriores, por malos tratos de sus progenitores.

Según un gastroenterólogo interrogado acerca de las consecuencias de la introducción de guindillas en el ano, éste ha señalado que además del shock traumático derivado del hecho en sí, las secuelas potenciales son las mismas que en el caso de una ingestión por vía oral, o sea quemaduras.