La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a medio año de prisión a cuatro agentes de la Guardia Civil por las lesiones causadas a un conductor en un control de tráfico, al que golpearon “con fuerza excesiva e innecesaria” durante su arresto. Este ciudadano, al que deberán indemnizar con 1.500 euros, también ha sido condenado a medio año de cárcel por morder y golpear a uno de los agentes.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 3 de septiembre de 2008, cuando el ciudadano procesado, de 27 años, conducía por una carretera de Monóvar (Alicante) y se encontró con un control de tráfico en el que participaban los cuatro agentes ahora procesados, que le dieron el alto y le requirieron su documentación personal y del vehículo.

Los efectivos de seguridad además registraron el maletero del automóvil y al conductor, al que no encontraron ningún efecto de interés policial. Este ciudadano les facilitó toda la documentación requerida, a excepción del justificante de pago del seguro del coche, que finalmente sí pudo encontrar y presentar junto al resto de los documentos.

En la sentencia del 20 de diciembre de 2012, la sección décima de la Audiencia Provincial de Alicante considera probado que llegado este momento, el conductor comenzó a protestar, al estimar que había sido objeto de una “molestia improcedente” y por ello requirió a todos los agentes que se identificaran con su número profesional.

A continuación, este ciudadano se sentó en el capó de uno de los vehículos oficiales, lo que provocó que uno de los agentes le cogiera por el brazo con intención de apartarlo de allí. El conductor reaccionó golpeando con la mano al funcionario en la cara, lo que le causó un hematoma en el pómulo izquierdo.

Ante esta situación, con el propósito de detener al conductor parado, los cuatro guardias civiles le propinaron diversos golpes en distintas partes del cuerpo con las defensas de goma que llevaban en su vehículo oficial y con sus propios recursos físicos personales.

‘Fuerza excesiva e innecesaria’

La sala considera que, en la detención del conductor, durante la que éste mordió en la mano a uno de los agentes para evitar que le pusiera los grilletes, los guardias civiles “utilizaron una fuerza excesiva e innecesaria”.

En este sentido, recuerda que a causa de los golpes recibidos, el conductor sufrió una herida en la cabeza de unos cinco centímetros en región frontal del cuero cabelludo, y contusiones en la cabeza, tórax, espalda, brazos y manos, así como en las dos piernas. Estas lesiones precisaron para su curación 40 días, 35 de los cuales el paciente permaneció impedido para el desempeño de sus actividades habituales, y le quedó como secuela una cicatriz en el cuero cabelludo.

Por ello, la Audiencia Provincial de Alicante condena a cada uno de los guardias civiles a medio año de prisión, como autores de un delito de lesiones, con la accesoria de suspensión del cargo durante el tiempo de la condena, y al pago de 1.500 euros al conductor en concepto de indemnización.

Al conductor, por su parte, le impone una pena de medio año de prisión como presunto autor de un delito de resistencia y al abono total de 450 euros por las lesiones al agente al que golpeó y mordió.

Además, absuelve al conductor de las peticiones de condena efectuadas por la acusación particular, al entender que el golpe que propinó al agente en el pómulo, “por su levedad y circunstancias de su producción, no puede ser catalogado como de resistencia grave ni de acometimiento propio del atentado”.