Gerard Bellalta, presidente de Catalunya Desperta Ya! cree que la proclamación de Gerona como territorio libre y soberano por parte de su Ayuntamiento ha rebasado todos los límites y hace inútil cualquier apelación a la mesura. “Los separatistas han cambiado las reglas de juego que nos dimos los españoles hace más de 30 años”, denuncia.

El político y empresario barcelonés reitera su convencimiento de que solo los militares son ya capaces de revertir el curso de los acontecimientos: “Si los políticos ya han demostrado su incapacidad para hacer frente a estos trileros, entonces ya es hora de que lo haga el Ejército, la única institución que puede enderezar a los separatistas. Los políticos españoles han tenido muchos años para imponer la autoridad legal del Estado en Cataluña y no lo han hecho. Por tanto, es hora ya de que callen y de que los militares hablen alto y claro”.

Bellalta opina que la escalada rupturista ha llevado aparejada la comisión de “gravísimos delitos” que a su jucio no pueden quedar impunes. “Como catalán digo que la única respuesta que cabe darle a los separatistas es la cárcel o el exilio. Que Cataluña esté siendo gobernada por un más que presunto corrupto es muy grave, pero lo es infinitamente más que los representantes del Estado en la región hayan traicionado a ese mismo Estado del que emerge su legitimidad política y su autoridad legal”.

Por otra parte, el dirigente de Catalunya Desperta Ya! dice estar convencido de que la estrategia separatista de CiU responde al cálculo de algunos de sus dirigentes para eludir la acción de la Justicia española. “El horizonte para Mas, los Pujol y tantos otros no es otro que la cárcel o una Cataluña independiente. Ya han demostrado que están dispuestos a hundir este barco con tal de salir inmunes de los procedimientos judiciales que pesan sobre sus espaldas. Nos estamos enfrentando a una banda delictiva y cobarde que está dispuesta a sacrificar a todos los catalanes en su propio interés”.

En este sentido, el de Vilanova i la Geltrú compara a Artur Mas con Jim Jones, el líder de la secta Templo del Pueblo que instó a sus seguidores a un suicidio masivo el 18 de noviembre de 1978, en una granja aislada del noroeste de Guyana, cercana a Port Kaituma. Con ayuda de los demás líderes de la secta, Jones incitó (y en algunos casos obligó) al resto de sus seguidores a suicidarse con él, pereciendo en total 913 individuos, incluyendo unos 270 niños.

Bellalta apela a la solidaridad de los españoles con los catalanes que abominan de las tesis nacionalistas. “Que no confundan a un puñado de traidores con el pueblo de Cataluña. Somos millones los que deseamos que se restablezca la normalidad”, asegura.

Por último, expresa su apoyo a la suspensión cautelar de la autonomía catalana y a la declaración del estado de sitio en localidades controladas por el nacionalismo radical. “En algunos municipios catalanes, los que nos sentimos españoles estamos sometidos a una campaña de linchamiento mayor que la que padecieron los ingleses en el Ulster durante los años sangrientos del IRA. El Gobierno británico de Margareth Thatcher mandó entonces a unidades militares a Irlanda del Norte para defender a sus compatriotas y nadie en el mundo cuestionó ni censuró esta medida. ¿Por qué no se hace lo mismo en Cataluña?”, recalca Bellalta.