Enrique de Diego.- Todo lo que rodea a Mario Conde es una patraña, una grosera mentira. No se trata de ningún proyecto nacional, ni tan siquiera de un proyecto político, sino de la aventura equinoccial de Mario Conde y Julio Ariza, quienes se han pavoneado de hacer tándem. El Grupo de que apoyó a Carlos Fabra o a Jaume Matas, ahora apoya a Mario Conde. Nada nuevo bajo el sol de la corrupción moral. ¿Qué buscan este par de personales con escasos escrúpulos morales? Hacer negocio. Es de lo que se trata.

Lo que pretende el tándem es obtener un diputado por Pontevedra o por Orense y que Feijoo se quede a un escaño de la mayoría absoluta de forma que sea preciso ese diputado para gobernar, pues el resto de los partidos nunca pactarían con el PP. Eso sería un buen negocio. Y la pareja sueña con depredar los Presupuestos de la Xunta de Galicia para, por ejemplo, financiar a Intereconomía, que está en una situación crítica.

Ambos, Mario Conde y Julio Ariza, tienen serias dificultades económicas, sus empresas se caracterizan por los impagos. Pertenecen a un mismo orden moral. Son personas que adoran el poder y que lo consideran siempre relacionado con el dinero y que no soportan no ser tenidos en cuenta, que el poder se les escape de las manos como agua o arena. Entienden que en España sólo se hace negocio con el favor político, son pura casta parasitaria, y, marginados por el poder, están jugando a la ruleta rusa, utilizando Galicia como predio para el negocio oscuro, para la depredación presupuestaria.

Mientras no pagan ni las nóminas a los trabajadores de Intereconomía, por ahora las premisas no se cumplen. Aventuro que Feijoo perderá el poder y las encuestas no conceden posibilidad alguna a Mario Conde. Por de pronto, es poco o nada conocido en Galicia.

Las audiencias de Intereconomía, puesto que se trata de un proyecto político de Ariza, están bajo mínimos y en Galicia son submarinas. Mario Conde no es identificado como gallego. Tiene un pazo, que debería ser una casa rural, en el que se aisla y sólo se relaciona con lo más podrido de la casta, con los Baltar. Es un producto madrileño, de nostálgicos de la cultura del pelotazo, de pijos y pijas, corazones solitarios, o de exmiembros del PP que no han pillado cargo. Una sociología bastante patética, pero que, en cualquier caso, no tiene cimientos ni presencia en Galicia.

Es una lástima si alguien sigue de buena fe a Mario Conde, con su vanidad herida y su pérdida de sentido de la realidad, porque no hay ética, no hay política, sino negocio. Intereconomía está en quiebra y Mario Conde y Julio Ariza van a pillar. Así se simple.