Xavier Martínez Moyá.- Bienvenidos a la farsa “nacional”, la fiesta de los restos de una verdadera democracia. Nos han dejado con el culo al aire, y ahora estos sinvergüenzas quieren arrebatarnos la dignidad, el orgullo, y sobretodo, la conciencia nacional, mediante patrañas dignas de cualquier manipulador a sueldo. Intentando mediante falsas promesas de absoluto bienestar romper una nación que se fundó regando con sangre este bello y sagrado suelo.

Nación de naciones que dirían algunos, patria de diversos pueblos indoeuropeos que forjaron las tradiciones de éste gran pueblo aventurero e indomable. Patria al sur de Europa, donde todavía habitan sus leyendas, patria de cristianización, dando vida cristiana y evangelización a más de 15 naciones. Pueblo que se plantó con la cruz frente al moro invasor y también frente al judaísmo político de la época. Una patria que siempre ha querido ser soberana y poco tolerante con los que venían de fuera.

Hoy la quieren romper, no solamente los separatistas de Catalunya, sino también los separadores del resto de España, vendidos todos ellos a la bestia feroz del capital. Vendidos todos ellos a las mafias internacionales como Bilderberg, masonería, sionismo… No es de extrañar que hoy apareciera en Alerta Digital una noticia que mostraba claramente un posicionamiento favorable de Israel sobre una posible independencia en Catalunya. ¿Cómo va a querer Israel a España si España les obligó a irse? Hoy los hechos dan la razón a los antiguos inquisidores, por mucho que le pese a la progresía española.

España está siendo pisoteada por todos los políticos de la casta. Declaraciones extremas por parte de ambos “grupitos” pretenden tensar la cuerda, sin dejar nada en claro. Debates absurdos que se retroalimentan. ¿Para qué? Para que no haya paz para el pueblo, y si para los políticos.

Debemos tener claro quien es el enemigo, hay que saberlo identificar: los enemigos son ellos; los políticos actuales. Con el beneplácito de la alta burguesía son los que promueven la globalización y su nuevo orden mundial. Los enemigos de España son internos y externos, pero ajenos al pueblo. Lo triste es que sus corderitos, que caminan contentos hacia el matadero de su entereza moral, sí son parte de ese pueblo al que inconscientemente están traicionando.

Amigos y amigas, va siendo hora de poner cara y nombre al enemigo, de no quedarnos callados mientras discuten sobre nuestro país, mientras ellos negocian y trafican con nuestras vidas, con nuestro futuro. España no se negocia, por una simple razón: España está conformada por personas y ninguna persona debería ser motivo de tráfico. Es momento de denunciar al sistema, al sistema que calla frente a las verdaderas reivindicaciones sociales, aquellas que ellos consideran aisladas y radicales.

Señores, tienen frente a ustedes a jóvenes, adultos y abuelos que nunca se rendirán y que con la espada de la pluma y la revolución en el corazón, marcharán juntos hacia la revolución popular y social. Tienen frente a ustedes a aquellas personas que ven la patria como un legado cultural y étnico, no como un mercado de divisas a su antojo.

Para los nostálgicos y reaccionarios como ustedes, la patria radica únicamente en su bandera. Para nosotros la patria radica en su bienestar. Y lo siento mucho pero no vamos a pasar por alto que se juegue ni con Catalunya, ni con España, ni con los sentimientos ni la dignidad de los españoles.

*Militante de Plataforma per Catalunya (PxC) en Arbeca (Lérida).
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