Rajoy se va, llega Gallardón ¿solo un rumor?
Rajoy se va, llega Gallardón ¿solo un rumor? El abandono de la primera línea política por parte de Esperanza Aguirre ha convulsionado la cosmovisión del centro derecha patrio. Todo apunta, no obstante, a que esto es solo el principio; apenas un leve movimiento de tierra, comparado con el seísmo que se avecina de confirmarse el rumor que, cual olla a presión, bulle, cada día con más fuerza, desde los mismísimos mentideros genoveses.
El rumor asegura -¡ajústense el cinturón! que Mariano Rajoy no se comerá las uvas de fin de año en Moncloa. Al menos, no como presidente del Gobierno.
El que sería un bombazo sin precedentes en los últimos tiempos, insisto, va tomando fuerza en las plantas más elevadas de la sede de Génova 13, y abre una batería de interrogantes de calado, a saber: ¿cuáles serían los motivos para la marcha de Rajoy? ¿Se iría él quien, motu proprio, lo hubiera decidido, o por el contrario, se habría visto forzado por las circunstancias? Pero, ¿y si no fueran las circunstancias, sino agentes externos los que hubieran forzado su voluntad? En cuyo caso, ¿quién sería el inquilino de la White House española? ¿Acaso Soraya Sáinz de Santamaría, en su calidad de vicepresidenta primera? ¿Qué ocurriría si el “nominado” para sucederle no perteneciera ni siquiera al círculo más íntimo de Rajoy?
La verdad es que, aun cuando pudiera resultar posible, parece poco probable que, llegado el caso, Rajoy pueda llegar a plantearse la posibilidad de dejar voluntariamente su mandato en el momento más difícil. De todos es sabido que una de las grandes cualidades del gallego consiste en saber interpretar a la perfección el tempo político; que, por más que indagáramos en los rincones de su pasado, no seríamos capaces de hallar un atisbo de impaciencia entre sus enseres personales; y que quien ha esperado tanto tiempo para llegar tan lejos, no va a tirarlo todo por la borda, yéndose por la puerta trasera, cuando apenas ha transcurrido un año desde que se hiciera con el cargo. Por muy crítico que sea el panorama político y económico.
No parece don Mariano de esos que arrojan la toalla. Consciente de que, como el río de Heráclito, todo fluye, todo pasa, Rajoy es, más bien, de los que saben esperar a que el temporal amaine.
Tristemente, no constituiría un hecho novedoso que un presidente del Gobierno se viera desplazado de su cargo sin la anuencia ciudadana. Pues ya hemos visto, allende nuestras fronteras, dónde queda soberanía nacional cuando los mercados financieros –los verdugos de ayer erigidos en los jueces de hoy- toman la palabra. No cabe duda de que hasta los más forofos seguidores del PP, en su fuero interno, se sienten muy defraudados con el presidente. Tienen sobrados motivos para ello. Pese a lo cual, sería injusto omitir el hecho de que fueron los cuatreros de ayer, de hoy y de siempre, esto es, la mafia socialista, quienes dejaron España hecha un erial. De manera que ni siquiera el más que previsible rescate económico justificaría decisión tan taxativa.
En cuanto a su posible sustituto, lo más curioso de todo es que el nombre de Soraya, siempre en virtud del rumor, no figura en ningún caso. Tampoco ningún empleado de Goldman Sachs, a la manera de Monti en Italia. Los mentideros apuntan, por el contrario, hacia el Ministerio de Justicia, o sea, hacia Gallardón. El mismo que viste y calza; el mismo que está demostrando los buenos fundamentos que atesora como ministro de Justicia, pero también el mismo que multiplicó los impuestos de los madrileños y endeudó a la capital por los siglos de los siglos. No es exagerado señalar que, fuera del PSOE no existe mayor devorador de las arcas públicas que Ruiz Gallardón. De hecho, hay quien desde el PP relaciona este escenario como el desencadenante que ha precipitado la decisión de Esperanza Aguirre. Antes muerta que tener que soportar a su “archienemigo” al frente de la nación, la ya expresidenta de Madrid ha preferido retirarse a los más plácidos cuarteles de invierno familiares.
Sea como fuere, cierto o no, si este es el panorama que nos depara el rumor para un futuro próximo, recemos para que el rumor se quede en solo eso: un rumor. Por si acaso, que nadie apueste lo contrario.
Para hacer la política exterior que nos imponen EE.UU, Francia y Alemania. La política económica que nos impone Ángela Merkel, y para seguir con el pacto con ETA, la alianza de civilizaciones, el aborto, el divorcio express y el gaymonio ¿Qué más da Rajoy, Gallardón, o Aguirre? Desde el golpe del 23F España está intervenida por EE,UU, Francia y Alemania. ¿Transición ejemplar?
Esto esta claro, el dia que pida el rescate, dimite, es una orden de europa.
Las sotanas de Intereconomía han dado alas a Gallardón.
Intereconomía no tiene perdón de DIOS.
Julio Ariza es gilipollas.
No tendría sentido que dimita después de lo que le a costado llegar a presidente,en mi opinión terminara esta legislatura y no se presentara a la próxima,el desgaste es brutal.
El tema es más complejo, Sr. Rivas. Si se va Rajoy, no puede ocurrir como con Aguirre (nombramiento de sucesor y a otra cosa, mariposa).
En el caso del Presidente del Gobierno, si él se va, entonces, según el artículo 101 de la Constitución, cae todo el Gobierno. Entiendo que, en tal caso, tendrían que celebrarse elecciones generales.
Por mi parte tampoco considero que el Sr. Rajoy deje el cargo por ahora. Si de todas formas llegase a ocurrir lo que comenta el Sr. Rivas, puede que resultase demoledor para España.
Espero, por el bien de todos, que todo siga como hasta ahora.