De los tópicos, las frases hechas y los pelmazos
BD.- Me desvío de mis temas habituales para hacer un post de “tópicos”. En ningún momento me refiero a comentaristas habituales, sino a esas personas que periódicamente aparecen, aquí y en facebook, con la única finalidad de incordiar, no de aportar opiniones.
Por supuesto, mucha gente que entra ocasionalmente a comentar, opinar, debatir o dialogar aportan cosas interesantes, se esté o no de acuerdo con ellas. Pero hay una minoría que nos satura con tópicos, cuya única finalidad es el gusto que les da leerse a sí mismos y que agotan la paciencia de cualquiera.
Estas personas, que deambulan tanto por aquí como por facebook, suelen ser llamadas “trolls”, pero a mi me gusta más la castiza y españolísima palabra “pelmazos”.
¿Que por qué pierdo el tiempo hablando de pelmazos? Pues porque su presencia invasiva termina por provocar que les demos una respuesta a su incansable vocación de incordiar. Los podría mandar a freír espárragos sin más miramientos, decirles: “Mira nene (o nena) , si quieres escucharte, cómprate un espejo y te cuentas tu vida”. Tonterías, las justas, que ya es tarde.
Estos pelmazos cambian en la forma, en la redacción, en el estilo personal propio de cada hijo (o hija ) de vecino, pero todos te endilgan su particular rollo en ese mismo tonillo de superioridad, como quien da sermones, con frases muchas veces ampulosas, como si se tomaran a si mismos por catedráticos impartiendo lecciones magistrales a un montón de bobos, o por intelectuales de alto nivel que pretenden epatarnos con la originalidad de sus planteamientos. Les gusta hacer de abogados del diablo, o sea del islam. Porque además de enterados son progresistas, y ser progresista hoy es estar del lado de todo cuanto hiede y mancha, defender todo lo indefendible y exaltar todo lo bajo y ruin.
En su defensa del islam suelen repetir los mismo tópicos. Los más habituales que he encontrado son:
– La “presunta cura” infalible para la incultura, la ignorancia y las fobias.
Unas veces nos dicen que hay leer, otras que viajar, otras que “dialogar” con gente de otras culturas. Por supuesto, jamás se les ha ocurrido pensar que podemos ser gente culta, que ha viajado mucho y que conoce a gente de otras culturas, y que precisamente por eso no creemos en la multiculturalidad, ni en la interculturalidad, ni en pajáritos preñados. Ni tampoco, al parecer, se les ha ocurrido abrir una consulta para aquellos que sienten claustrofobia, aracnofobia, agorafobia, ofidiofobia, en fin… que muchas de estas personas se pasan años de psicólogos para superarlas, y mira por donde, ellos saben el remedio de las fobias.
– Una fijación permanente y obsesiva por recordar la Inquisición, las cruzadas, la colonización de América, la expulsión de los moros de España, y hasta las veces que se sonaba los mocos el Cid.
No piensan que la Inquisición en todos sus años de existencia mató menos gente que el islam en un solo año. y probablemente con más razón. Y sobre todo, y mucho más grave, que interpretar y juzgar los hechos del pasado con mentalidad del presente es presuntuoso y absurdo, ya que los esquemas culturales de cada época son distintos y podemos conocerlos, y opinar, pero lo que hoy nos parece aberrante entonces era normal. No podemos reducirlo al patrón de nuestros valores actuales ni mucho menos juzgarlo con la mentalidad de hoy.
– Una tendencia indiscriminada a comenzar su primera intervención (y continuar las siguientes) acusando a los demás de “pura ignorancia”, incapacidad de comprender la realidad, no haber madurado o incluso de inventarse los testimonios que cuentan.
Naturalmente ellos son madurísimos, saben de todo, sus experiencias vitales son únicas y les han conferido la máxima sabiduría. Los demás mortales sólo debemos esperar (y supongo que agradecer) que nos iluminen. Eso sí, si alguno les contesta en similares términos, saltan a la defensiva alegando que “no sabemos su formación académica” o que “no les conocemos”. Deberían aplicarse el mismo cuento. Pero nunca lo harán. Claro.
– Nos aconsejan invariablemente que antes de hablar “lo hagamos con conocimiento de causa”.
Conocimiento que, por supuesto, nos falta. Y que naturalmente sólo ellos poseen, gracias a sus múltiples experiencias vitales, que no dudan en contarnos (aunque no entiendo mucho la finalidad de hacerlo: ¿que les admiremos?¿por qué razón?¿que veamos lo mucho que saben y han vivido?. ¿Y qué saben de lo que cada uno de nosostros sabemos o ha vivido?. ¿No se les ocurre pensar que cada uno tenemos nuestras propias experiencias y que son tan valiosas como las suyas?.
– La típica frasecita de marras: “No te has leído el Corán”.
Pero cuando alguien contesta que sí, que lo ha leído, entonces ya tiene que ser en árabe, y a ser posible, antiguo, porque si no es que no te enteras. Y si supieras árabe, y árabe antiguo, claro, entonces es que no sabes que hay montones de interpretaciones posibles. Siempre te faltará algo, porque ellos tienen que tener siempre razón. Por supuesto, según esa estúpida lógica, supongo que los millones de musulmanes del mundo procedentes de países donde no se habla árabe, mismamente Occidente, no tienen ni idea de su fe, porque no pueden interpretar el Corán ni los hádices. La consecuencia evidente de este razonamiento es que o son unos ignorantes o son unos idiotas, puesto que se han convertido a una religión que no entienden y que no pueden tener capacidad de comprender, al menos hasta que sepan árabe. Árabe antiguo, no se nos olvide.
– Pinchar y provocar mediante afirmaciones como “vaya nivel bajo hay aquí”,”no tenéis cultura”, “sois unos fascistas”, “nadie está a la altura de un debate serio”, etc.
Por supuesto es una conversación unilateral, ya que en ningún caso van a aceptar otra opinión que la suya. Aunque se haya visto que no tienen razón. A veces eso altera los ánimos de los menos pacientes y al final se cae en el terreno de los calificativos personales, que personalmente no comparto como sabéis, aunque reconozco que en estos casos se lo merecen.
– Me faltaba un clásico: el de que la yijad es un “camino interior” y que “el islam es tolerante, y pacífico”. Que los terroristas “no son verdaderos musulmanes”. O que “son locos fanáticos que no conocen el Corán”.
Pues anda que no hay falsos musulmanes entonces. O ignorantes. Aunque claro, son ignorantes porque no saben interpretar el corán. Y eso es porque no saben árabe, bueno, árabe sí, porque al matarse matando recitan frases del corán en árabe. Pero no árabe antiguo. Y por eso no interpretan bien el Corán. Aunque es un poco fuerte eso de matar gente por no saber una lengua antigua.
– Citan frases del Corán mal citadas.
Pero cuando las citamos cualquier otro, o las corregimos, entonces es que no “sabemos intepretar” o que “somos unos ignorantes” o que “depende de la escuela”. O más recientemente, que no sabemos… árabe antiguo.
Me imagino que también mandarías al garrote vil a Dolores Vázquez, a quien los medios de la cloaca declararon culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof; siguiendo a esos medios, una cloaca de miembros de un jurado la declaró culpable. Meses después se descubrió que el asesino era un inglés (no un moro, ni un sudamericano, curioso…). ¿Y si el Bretón es inocente, como lo solucionarías, John Wayne?
¿El comentario va dirigido a mí?
Si es así, te recomiendo activamente que leas un comentario antes de contestar a su autor.
Gracias.
Buen artículo. Únicamente discrepo con la afirmación de que la Inquisición “probablemente tenía más razón” a la hora de matar gente. Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de un ser humano, y menos por cuestiones ideológicas o religiosas. Al menos en Occidente hemos superado aquella época de oscurantismo. En el mundo islámico aún viven en la Edad Media.
Pues yo no opino igual, macho, fíjate tú que la historia ha demostrado que de sobra tenemos derecho sobre terminar o no la vida de otros… lo hacemos todos los malditos días, en un montón de países. Decir lo contrario es pecar de buenrrollista o iluso, la naturaleza de lo dice chaval: para sobrevivir tienes que matar, o bien muere a manos de quien sí tenga intención de sobrevivir. En occidente hemos superado aquella época y así nos va, ellos viven en la edad media y nos cortan la cabeza a la voz en grito de alá es grande. Pues… Leer más »
Bueno, sobre la pena de muerte se puede hacer un interesante debate. Viendo casos como el de José Bretón, o el de Marta del Castillo, verdaderamente dan ganas de reinstaurar el garrote vil, pero aun así, no me parece ético que terminar con la vida de una persona sea considerado veredicto por la justicia de un país. Meter a los reos a trabajar a una mina, a pan y agua, es más productivo, y más humano. NO A LA PENA DE MUERTE SÍ A LA CADENA PERPETUA Y por cierto, yo, de buenista, no tengo un pelo. Para mayores señas,… Leer más »
Al final de mi segundo párrafo no me he expresado bien. Debería haber dicho:
No me parece ético que la muerte sea contemplada por un Estado como sanción penal.
SÍ A LA PENA DE MUERTE PARA LOS ASESINOS, ESPECIALMENTE A LOS TERRORISTAS.
SÍ A LA CADENA PERPETUA PARA DELITOS MUY GRAVES QUE NO SEAN DE ASESINATO.
¿Y en caso de condena errónea? A un encarcelado se le puede excarcelar, pero a un muerto no se le puede resucitar.