El chollo de los economatos en las cárceles francesas
Una de las primeras medidas del gobierno de Hollande ha sido adoptar medidas para beneficiar a los detenidos que cumplen condena en las cárceles francesas. 200 artículos de primera necesidad son vendidos a los presos más barato que en los supermercados. ¡Algunos presos envían ahora paquetes a sus familias!
En las cantinas de las cárceles los presos se arraciman para hacer sus compras. El éxito de estos economatos es el resultado de un texto que unifica los precios de los productos vendidos en las cárceles. En 2010 el Tribunal de Cuentas denunció, en el capítulo de las condiciones de vida en los centros de detención, los abusos de las cantinas, en las cuales los detenidos compran lo necesario para mejorar sus condiciones de vida: café agua mineral chocolate, artículos de higíene, etc… El informe señalaba márgenes de beneficio de por lo menos el 22% en los productos vendidos, y diferencias de precio para un mismo artículo entre un centro y otro que llegaban hasta el 50%.
A consecuencia de este informe, se ha hecho una reforma y se ha elaborado una lista de 200 productos que serán vendidos a partir de ahora en los economatos de las prisiones a precios muy ventajosos. Ejemplos: el bote de Nutella, que antes se vendía a 3,13 €, ha pasado a 1,11€. El paquete de arroz de 500 gr. que se vendía a 2,70 €, ahora es vendido a 0,36 €. Antes estos precios, los presos se han literalmente abalanzado sobre estas ofertas. Según la administración penitenciaria, estos precios tan económicos son el fruto de una voluntad política y el resultado de compras efectuadas al por mayor que permiten sustanciosas rebajas de los fabricantes.
Pero no todos están tan satisfechos con esta medida. El sindicato del personal penitenciario protesta por boca de su representante Pascal Schreck: “La diferencia de precio la paga el Estado, es decir el contribuyente. Los guardias de prisión no están nada contentos con estas cantinas low-cost. Eso supone un manejo de mercancias mucho más importante que antes y eso cuesta tiempo y esfuerzo”.
Otra circunstancia viene a acrecentar el malestar de los funcionarios. Antes, las familias de los detenidos les traían alimentos a los presos, cosa que está prohibida pero es tolerada en la práctica habitual. ¡Ahora ocurre lo contrario! Algunos presos han escrito al director de su establecimiento para pedirle que sus familias se puedan beneficiar de estos precios tan bajos y han empezado a mandar paquetes de comida a sus casas.
Según el sindicato de funcionarios de prisiones, esta política de rebajas en los precios costará cerca de 20 millones de euros al año, o sea unos 300 euros por preso (67 000 en toda Francia). Los guardias ven con malos ojos que este dinero se gaste en ofrecer productos baratos a los detenidos cuando hubieran preferido que esta partida presupuestaria se empleara en mejorar sus sueldos. Los funcionarios de prisión ven con indignación como sus mujeres o ellos mismos tienen que comprar mucho más caro en el supermercado lo que los presos compran a pecio de ganga en las cárceles.
Es que gobierno con estas medidas provoca a muchos, que sean delincuentes.
Me acuerdo a un hombre de Litonia que no tenia trabajo y len ha dicho que en carceles se puede ganar dinero, despues de eso pensaba que se puede hacer para que encarcelen.
Hollande = traidor