El profesor Pavón cuestiona el modelo autonómico en un nuevo video
En su último vídeo, Julián Pavón analiza el modelo administrativo regional y las dificultades organizativas y presupuestarias que plantea para la puesta en marcha de planes nacionales de gestión. (Ver video).
Pese a la necesidad de una reforma, Zapatero profundizó los problemas derivados de este diseño institucional ineficiente y Rajoy apenas se dedica a colocar “parches” para corregir sus desequilibrios, según explica el profesor.
En 35 años de vida autonómica, España llevó su número de funcionarios públicos de 600 mil a tres millones, explica Julián Pavón, catedrático y director de IEN-CEPADE. El dato sirve para ilustrar uno de los “pecados capitales” del modelo administrativo regional, vigente en el país desde 1976 y que el profesor examina en este nuevo vídeo.
Pavón recuerda el concepto de “nueva economía institucional”, acuñado por Ronald Coase y seguido por su discípulo Oliver Williamson. Ambos recibieron el Premio Nobel por estos desarrollos teóricos en 1991 y en 2009, respectivamente. “¿Por qué fracasan las naciones”, un libro publicado este año por otros dos prestigiosos economistas, Daron Acemoglu y James Robinson, retoma esta línea de investigación que el profesor considera guarda las claves para comprender la forma de organización del Estado español.
“Sin instituciones adecuadas, el desarrollo económico social de un país resulta insostenible”, dice Pavón para sintetizar la idea central de esta perspectiva teórica. Es el diseño organizacional de España su gran obstáculo para el crecimiento, advierte y se remite a algunos hechos históricos como ejemplo.
En la etapa de la Transición, en el País Vasco y Cataluña, muchos ciudadanos reclamaban libertad, amnistía y un estatuto autonómico, relata. “Para satisfacer las demandas de los partidos nacionalistas de ambas regiones, a alguien no se le ocurrió otra idea que ´café para todos´: en lugar de dos estatutos autonómicos, se concedieron 17; en lugar de dos problemas, se crearon 17 y una España inviable”, ironiza.
Los costes del fraccionamiento institucional
Mucho se habla de las reformas estructurales en materia presupuestaria, financiera y laboral, pero muy poco, de una reformulación del modelo administrativo regional, señala el profesor en el vídeo. ¿Por qué? “El Estado de las autonomías se ha convertido en el gran pesebre del que se alimenta la clase política española en su totalidad”, sostiene.
Pavón analiza cada uno de los pecados capitales de este sistema de organización que tiene tres décadas y media desde su puesta en marcha en el país. El primero que identifica es el despilfarro, que se traduce, por ejemplo, en las líneas de Ave que dejan de funcionar en las autonomías por falta de viajeros, en los pequeños aeropuertos adonde no llegan aviones, en las numerosas cadenas de televisión regionales o en las universidades creadas en cada capital de provincia.
La corrupción es el segundo y puede graficarse con los casos de defraudación pública vinculados a las autonomías: Gürtel, los Eres, Palma Arena o Urdangarín. Le siguen las hipertrofias política (el modelo posee alrededor de mil diputados regionales, mil cargos autonómicos y cuesta mil millones de euros en sueldos) y de la administración pública (de los tres millones de funcionarios públicos, se calcula que la mitad corresponde a las autonomías y que sobran entre 500 mil y un millón).
En quinto lugar, se encuentra la ruptura de la unidad de mercado, en especial por parte de los parlamentos regionales que “justifican su existencia legislando de forma autonómica”. La deuda española está basada en el incumplimiento de los compromisos financieros de las autonomías, indica Pavón como el sexto de los pecados. “Cuando se habla de la posibilidad de intervenir el país, es lógico que la Unión Europea desconfíe de la disciplina de las comunidades autonómicas”.
La ingobernabilidad del Estado es el último. El fraccionamiento absoluto hace imposible las acciones a nivel país, como sucede con el Plan Hidrológico Nacional, dice el profesor. En vez de ponerse en funcionamiento esta medida, se proyectaron 51 desaladoras. Solo se construyeron 17 y no resultaron porque son muy costosas. Están trabajando al dieciséis por ciento de su capacidad porque su producción cuesta diez veces más que el agua convencional para regadío.
El caso de las desaladoras es una de las consecuencias de los ocho años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, opina Pavón. “En en lugar de gestión por objetivos, como se enseña en las escuelas de negocios, llevó adelante una gestión por ocurrencias”, dice en alusión a la profundización de los defectos del modelo autonómico que significó la última administración del Partido Socialista Obrero Español.
El Partido Popular no está planteándose la destrucción del “pesebre” autonómico para recuperar la vía institucional y la posibilidad de crecimiento sostenido, apunta el profesor. Mariano Rajoy, actual presidente del Gobierno, está aplicando “parches” para poner un poquito de orden, como puede verse en las leyes de Estabilidad Presupuestaria, de Unidad de Mercado y de Competencias de Medioambiente o en los “hispanobonos”, sin grandes cambios para la clase política que se alimenta del modelo regional, concluye.