Fringe, emoción garantizada
Ramiro González.- Me encuentro ante una tarea complicada. En artículos anteriores, he recomendado series de tv actuales que sirven perfectamente para huir del penoso panorama televisivo nacional. Y esta de la que voy a hablar a continuación también, pero me será más complicado rendirle el homenaje que se merece. Se trata de “Fringe”, una de las últimas creaciones del genial director y productor J.J Abrams, que comenzó su andadura en TV con la serie “Alias”, protagonizada por Jennifer Garner, actriz a la que dio fama; y continuó con uno de los mayores éxitos de todos los tiempos, “Perdidos”, la cual, tendrá un gran homenaje próximamente en AD.
¿De qué trata Fringe? Pues, resumir la pedazo de trama que tiene va a resultar muy difícil, pero vamos a intentarlo. La protagonista es una agente del FBI, a la que asignan como asesores a un brillante científico llamado Walter Bishop (interpretado por John Noble) y su hijo Peter (Joshua Jackson). Este trío compone la División Fringe, una rama especial del FBI dedicada a la investigación de casos que rozan lo paranormal, pero, que al final acaban teniendo una explicación científica. Hay una trama principal, relacionada con la agente federal, en la que descubrimos que, cuando era niña, unos científicos experimentaron con ella. ¿Quiénes eran esos científicos? Uno de ellos es Walter Bishop, y el otro es su amigo de la universidad William Bell. El personaje de Bell tiene gran importancia también porque es el fundador de una empresa que posee la clave de todo, la compañía “Massive Dynamic”. ¿Cuáles son las consecuencias de la experimentación que sufre la protagonista?
A esta serie le pasa como a “Perdidos”, es imposible de contar, lo más adecuado es verla. Los guiones son realmente extraordinarios y contienen todos los elementos que más le gustan al creador JJ Abrams, ciencia ficción, mucha intriga, en algunos momentos comedia, incluso cierto toque romántico. Es una serie excelente de entretenimiento, y desde luego muy recomendable. Aquellos que estén dudosos, les aseguro que invertir en los dvds de la misma no es un despilfarro, porque una vez que se empieza, no se puede parar. Y también hay que decir que no deja de ser una serie puramente familiar, ya que, a medida que avanzan los capítulos podemos ver cómo evoluciona la relación de los personajes, hasta el punto de que forman algo parecido a una Familia. El ejemplo lo encontramos en Walter y Peter. Ambos son padre e hijo, pero su relación al principio es mala, por unas circunstancias que solo sabrá aquel lector que se la compre y la vea. La cuestión es que, a pesar de las manías, las rarezas y excentricidades de Walter, Peter resucita en su corazón ese sentimiento perdido de amor hacia su padre. Esta serie es una gran opción de ocio para el fin de semana y para esos momentos en que uno está harto de escuchar siempre las mismas malas noticias. Es un gran ejemplo de cómo hacer buena televisión.