Cacerolada en Argentina por las crecientes dificultades económicas
Más de cuatro mil argentinos protagonizaron a última hora del jueves una nueva cacerolada, en protesta por las «fracasadas» políticas del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que recordó a las manifestaciones de ahorradores durante la grave crisis económica y política de 2001.
La convocatoria en la conocida Plaza de Mayo —frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo— se hizo a través de las redes sociales y ningún partido político se atribuyó la organización. Varios manifestantes declararon que el verdadero objetivo era protestar contra las «fracasadas» políticas del Gobierno para combatir la inseguridad, la corrupción y una inflación de doble dígito, los principales problemas que aquejan a los argentinos.
«Somos el 46 por ciento», se leía en una pancarta, en referencia a la reelección de Cristina Fernández el pasado octubre con el 54 por ciento de los votos. «La corrupción mata» o «Por la libertad», eran otros de los eslóganes que podían leerse en los barrios de clase media de Buenos Aires.
«Estoy aquí por la inseguridad en la que vivimos y porque el Gobierno no reconoce la importancia del mundo agrícola», declaró un campesino a France Presse. Al mismo tiempo, Rocío, una estudiante, reclamaba «honestidad a los gobernantes», en un momento en que el vicepresidente argentino, Amado Boudou, ha sido investigado por tráfico de influencias en beneficio de un fabricante de billetes de banca y blanqueo de dinero.
En esta ocasión, los argentinos añadieron a su lista de demandas la flexibilización de las restricciones para la compra de dólares estadounidenses. El Fisco incrementó las restricciones a la compra de dólares en las últimas semanas, con nuevas regulaciones para el acceso a la divisa estadounidense para viajar o cancelar créditos hipotecarios, lo que ha disparado su valor en el mercado paralelo.
El ejemplo de la presidenta
El día anterior, Fernández anunció su intención de cambiar su depósito a plazo fijo en dólares por un fondo en pesos en argentinos, para predicar con el ejemplo e incentivar el ahorro en moneda nacional, informa Efe.
Los argentinos temen que la situación económica empeore si el Ejecutivo continúa restringiendo la adquisición de divisas tanto a particulares como a empresarios. La fuga de capitales, la elevada inflación y el lento crecimiento económico ha provocado que el Gobierno tome cada vez medidas más drásticas.
El informe de la ONU publicado el jueves sobre la «Situación y Perspectivas de la Economía Mundial en 2012» pronostica una profunda disminución del crecimiento económico para este país iberoamericano. Menos de un año después de su reelección, las encuestas señalan la bajada del apoyo a Fernández de Kirchner en los últimos meses, a pesar del amplio apoyo que recibió con la reprivatización de YPF, la principal compañía de energía.
Cientos de personas se concentraron también en las avenidas cercanas a la Plaza de Mayo y frente a la residencia presidencial de Olivos. «Nos molesta que dicen que están a favor de combatir la pobreza pero que realmente no hagan nada. Estamos hartos de la corrupción y de la inseguridad», aseguró a Reuters Joaquín Cúneo, de 21 años. «Algunas cosas las hacen bien (las autoridades), pero muchas las hacen mal», denuncia.
En otras ciudades
Protestas similares se desarrollaron en ciudades como Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Córdoba y Entre Ríos. La última vez que los argentinos se manifestaron con cacerolas fue durante el enconado conflicto que en 2008 protagonizaron los granjeros en protesta por el aumento del impuesto a las exportaciones de soja.