La Policía Municipal de Alcorcón ha dado un nuevo golpe al tráfico de drogas en la ciudad. El pasado jueves, a última hora de la tarde, agentes de Policía de Proximidad y de la Unidad de Policía Judicial, organizaron un operativo en los alrededores del bar Alcazaba, situado en la calle Guindales, regentado por una familia de origen marroquí. Tras varias denuncias vecinales, los policías realizaron una investigación que concluyó con la detención de cuatro individuos que traficaban con estupefacientes en el local, a escasos pasos de un colegio.

El bar era su “base de operaciones”, desde la que operaban y utilizaban como almacén. Agentes de paisano puedieron comprobar como los “camellos” actuaban sin el menor recato ante los niños del colegio contiguo. En su intervención los policías detectaron varios puntos de almacenaje de sustancias estupefacientes, entre ellos, las jardineras que se encuentran en los alrededores del bar y a las que podría tener los menores.

Todos los detenidos -tres de ellos de la misma familia, pues son padre y dos hijos-, son mayores de edad y de nacionalidad marroquí, y fueron puestos a disposición judicial.

El alcalde de Alcorcón, David Pérez, destacó la importancia de esta operación “porque el local en el que se interviene se encontraba a escasos metros de un centro escolar, lo que ahonda, aún más si cabe, en la importancia del desmantelamiento de este foco de venta de droga”.

El regidor mostró su satisfacción por esta nueva operación contra el tráfico de droga en el centro de Alcorcón, la novena que realizan los agentes de la Policía Municipal, en coordinación con la Policía Nacional, en lo que va de año.