Azaña, el golfo (III)
Francisco Alamán Castro.- 1917. Hubo una fuerte crisis, a Melquíades Álvarez, jefe político de Azaña, Maura le ofreció que su partido participase en el Gobierno. Se negó si no se reformaba la Constitución quitándole al Rey el privilegio de nombrar el Jefe de Gobierno y ministros, a Azaña le pareció fatal no tocar poder, dejando la Constitución tan monárquica como estaba. De ahí empiezan sus diferencias. Retrato p. 59,60.Cuando se esconde por la sublevación de Jaca, todos los meses cobraba su paga de funcionario.
Cuenta Alcalá-Zamora: Había logrado (fraudulentamente) una licencia por seis meses por mediación de Jerónimo González (otro golfo) Éste que por encargo del Dictador había hecho los estatutos de su partido único (Unión Patriótica), Azaña (una vez en el Poder) le nombró Presidente de la sala primera de lo civil del Tribunal Supremo”. N. Alcalá-Zamora (Presidente de la II República), Memorias, p.177.Opinaba: 1919. “Lo autonómico es regresivo, degenera en la concejalía y en la alcaldada, cuando no en la dispersión feudal”. Retrato, p.87. “la posibilidad de conceder a los vascos la misma… libertad administrativa y política que a los catalanes. La opinión de Prieto contraria en un todo, compartíala (Azaña)… la reivindicación vasca contradecía… sus principios esenciales (los de la República),… Socialistas y republicanos en Vizcaya y Guipúzcoa eran declarados enemigos del nacionalismo”. Retrato, p.164.
Tuvo una participación destacada en el Pacto de San Sebastián (1930) por el que vendía España a los separatistas catalanes. Fue él quien posteriormente daría las autonomías a vascos y catalanes, a los gallegos, valencianos y andaluces no le dio tiempo pero estaba en ello, y a quien fuese, si le ayudaba a chupar poder.14-4-31. Azaña es sacado de su casa muerto de miedo y arrastrado a tomar posesión del Gobierno Provisional. “El Ministro de la Guerra (Azaña) llevaba un cuarto de hora con el Capitán General de Madrid, Federico Berenguer (laureado general, no le había querido detener cuando temblando se escondía en casa de su suegro, se había portado heroicamente en Marruecos. Era el creador de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla (1910), enseguida fueron las tropas más valoradas del Protectorado), que en posición de firme ante él, no obtenía la venia de su nuevo jefe superior para ponerse cómodamente en su lugar.
Sus ayudantes secretarios contemplaban regocijados la escena con los circunstantes, a que se iban uniendo curiosos”. Retrato p.186. Qué panda de hijos de puta, perdón pero no se me ocurre una definición más exacta, ocho años después se rieron mucho más.
Azaña promulga la ley de “Defensa de la República”, escrita personalmente por él, Prieto se opuso por considerar que las Cortes no la iban a aprobar por su dureza, no era Prieto especialmente blando. M. Azaña, OC, V.IV, p.190.Tal ley significaba la negación de la Constitución por su carácter extremadamente represivo, mucho más que la presentada por Antonio Maura en Monarquía sobre terrorismo, que no le fue aprobada y le costó la jefatura del Gobierno. Esto suponía que se iba a vivir en régimen de excepción.
Condenaba entre otras cosas: Art.1º.V. “toda… expresión que redunde en menosprecio de las Instituciones y organismos del Estado”. “las huelgas que no se sometan a un procedimiento de arbitraje”. XI “la falta de celo… de los funcionarios públicos”. 2º “Podrán ser confinados o extrañados, por un periodo no superior a la vigencia de esta ley (un año, un siglo, pues la ley no marcaba tiempo de caducidad), o multados hasta la cuantía máxima de 10.000pts El sueldo del Presidente de la República eran 12.000pts al año). “Los autores… o los inductores de los hechos comprendidos en los números I al X del articulo anterior. Los autores de los hechos comprendidos en el número XI serán suspendidos o separados de su cargo o postergados en sus respectivos escalafones. Cuando se impongan algunas de las sanciones previstas… podrá el interesado reclamar contra ella ante el señor Ministro de la Gobernación (en última instancia) en el plazo de veinticuatro horas”. Art. 3º Queda el Gobierno autorizado a suspender reuniones o manifestaciones públicas de carácter político, religioso o social. A clausurar Centros o Asociaciones. A intervenir la contabilidad.
Art. 4º el ministro de Gobernación aplicará esta ley.Todo esto por una simple orden de un ministro, sin abrir expediente, sin comunicar al castigado el motivo, por tiempo indefinido y sin la posibilidad de recurrir a la Justicia. La policía detiene en Madrid a Manuel Lahoz (13-4-32), con mil pesetas y una pistola, después de interrogado es entregado al juez Luis Amado, lo ingresa en la cárcel y al cumplir las setenta y dos horas reglamentarias, lo procesa y lo deja en libertad provisional, al no tener antecedentes penales. El Ministro de la Gobernación le aplica al juez la Ley de Defensa de la República, le arresta dos meses. Recurre el juez al Consejo de Ministros y le deniega el recurso. Protesta la Unión Nacional de Abogados, el Colegio de Abogados de Madrid, la oposición pide en Congreso que no se pueda castigar a un juez sin formación de causa. El mismo. Azaña cita orgulloso el asunto: OC, V.IV, p.372.Azaña: “viene a presentarse el general Goded (10-12-32), que anoche salió de prisiones militares… El 10 de agosto estaba tranquilamente en su casa… le detuvieron… el juez le dejó libre (a los tres días), pero el ministro de la Gobernación le ha tenido preso cuatro meses, sin decirle por qué… me abstengo de decirle que, gracias a mí, no lo han llevado a Villa Cisneros (*)”. Los cuadernos robados, p.98. (*).
Don Manuel era una madre.23-11-32. Los constantes desafueros cometidos al amparo de las leyes de excepción: Cesantías, expropiaciones, detenciones y deportaciones obligaron a los radicales a presentar dos proposiciones: la primera para que se acelerase la creación del Tribunal de Garantías Constitucionales y la segunda para la creación de una Comisión Parlamentaria ante la cual poder presentar las reclamaciones, por parte de los sancionados por las leyes de excepción, en tanto se constituía el citado tribunal. Azaña se opuso radicalmente, diciendo: “El nombramiento, separación o jubilación de empleados y las órdenes que dictan los ministros con facultades extraordinarias se hacen en virtud de las leyes votadas por el Parlamento (Ley de Defensa de la República)… se dirá que esto no le gusta a todo el mundo: conque les gusten a los republicanos me basta… por ejemplo, se hacen ciertas protestas contra las modificaciones en el personal de la Magistratura (se habían removido de sus plazas dejándolos disponibles sin destino a los jueces que no eran de su cuerda) y se dice… Se pone en peligro la independencia del poder judicial… En primer lugar, yo no sé que es el poder judicial… yo no creo en la independencia del poder judicial… ni el poder judicial, ni el legislativo, ni el ejecutivo pueden ser independientes. El señor Alba: Eso lo dijo ya Primo de Rivera.
Muy bien pues alguna vez tenía que acertar Primo de Rivera. Pide Gil Robles que se traigan los expedientes de los sancionados (no los habían visto ni los propios castigados). Contesta Azaña: ¡Qué más quisiera Su Señoría que vinieran! La proposición fue rechazada.OC, V.II, p.487.29-11-32. Azaña: “Hemos acordado autorizar la reaparición del ABC (llevaba cerrado desde el 10 de agosto, por orden ministerial, sin intervención alguna de la judicatura)… el periódico debería de cambiar de tono con respecto al Gobierno… en este asunto de suspensión de periódicos… tendríamos que limitarnos a decir que el ABC no sale porque no queremos que salga… Insistir desgasta al Gobierno y puede desgastarme a mí… mañana saldrá ABC. Veremos lo que hace… dijo Luca de Tena y se lo repitió a Guzmán (periodista amigo del alma de Azaña que usaba para sus golfadas con la prensa) que tenía preparado un articulo elogioso para mi discurso de Santander… diciendo que nunca se había tratado en España de esa manera tales cuestiones”. Los cuadernos robados, p.73-75.19-2-32. Unamuno, Unamuno, Melquíades Álvarez y varios diputados más manifiestan: “en España no se vive un régimen constitucional, sino bajo una ley de excepción”, viendo la persecución a los periódicos no gubernamentales, piden en la Cortes que se aplique la ley de Policía e Imprenta de 28-7-83.
En 10 meses de República había habido más cierres de periódicos que en 7 años de Dictadura y 43 de Restauración monárquica. Libro de actas del Parlamento.9-3-32. 4-12-31. Escribía Azaña, en su Diario, que la disolución de las Cortes Constituyentes, no se podían incluir en las dos a que tenía derecho el Presidente. El 1-3-36, para echar a Alcalá Zamora, dijo exactamente lo contrario y le dio la patadita.
En 1932, es iniciado en el grado de aprendiz de masón, se pitorrea de la Masonería en sus escritos antes y después, pero le viene bien para su carrera y no duda en profesar. Cuenta: “No me importó nada aquello, durante los preliminares estuve tentado de marcharme”.M. Azaña, Memorias Políticas, p.421. 11-1-33. Organiza un golpe de estado contra Salazar en Portugal, Azaña, Diario: Presiona a Echevarrieta (conocido contrabandista de armas, se las había vendido a los moros para que guerreasen contra España, compañero de negocios de Prieto) para que dé medio millón de pesetas a los portugueses y se lo da. “quien lo acepte, y en mi presencia o con mi intervención (de Azaña), como ellos (los golpistas portugueses) quieran”.
Echevarrieta hace varios pedidos de armas con destino a Abisinia al Consorcio de Industrias Militares (dependiente de Azaña directamente por orden suya como Jefe del Gobierno y ministro de la Guerra, creado por él para estas cosas), el Consorcio no ve claro el asunto y se las niega. Azaña presiona y el Consorcio le da las armas, que en realidad eran para los portugueses. Sumario instruido por el alijo de armas en el puerto de San Esteban de Pravia, Archivo de la Delegación Nacional de Servicios Documentales de Salamanca. El 18-7-36, Salazar se lo pagaría con generosidad, apoyando en todo a Franco. Dicen los enterados, que la caída de Badajoz y el rápido avance sobre Madrid, no hubiese sido posibles sin el apoyo total de Salazar en armas, soldados y material de todo tipo, incluso aviones.
El mismo Yagüe, agradece a los periodistas portugueses la importante ayuda de su país, reconoce que los legionarios más valientes en la toma de Badajoz fueron los portugueses, a uno de ellos se le propone para la Laureada, e invita a los portugueses a que se le unan por el bien de España y Portugal. J. Baráo, periodista portugués, O Século, 16-8-36, J. Simóes, Diario da Manhá, 16-8-36. F. Pilo, La matanza de Badajoz, Libros-Libres, 2019, Madrid, p.130-1-4. Se dejaban fuera de la jurisdicción Tribunal de Garantías Constitucionales: ”las leyes votadas por las actuales Cortes… los decretos dictados”. Esto es, si hubiese aluna ley anticonstitucional, había que tragar y seguiría en vigor. El mismo ministro de Justicia (Albornoz) reconocía la barbaridad: “La ciencia jurídica y la política tienen métodos y criterios absolutamente distintos, y una verdad sublime en Derecho puede ser un dislate de consecuencias incalculables en la política”. Se aprobó el 25-7-33 la ley de Orden Público, sustituía a la anterior. La oposición había pedido mantener la ley de 1870 (era la que se había aplicado en Dictadura).
Decía Balbotín (radical de izquierda, luego comunista): “Sois mucho más brutales que todos Gobiernos de la Monarquía”. Azaña, Los cuadernos robados, p.401. El Daily Telegraph (7-7-33) publicaba: “Se ha batido un record de opresiones y atrocidades policiales. Solamente hay un partido político (CEDA) al que se le ha prohibido celebrar 172 mítines”. “elecciones efectuadas con absoluta pulcritud (19-11-33) por Martínez Barrio, presidente del Gobierno y hombre de intachable ideología izquierdista, triunfaron… centro y derecha… Azaña se apresuró a… exigirle: dar por no celebradas las elecciones disolver la nueva Cámara, formar un nuevo Gobierno de izquierdas rabiosas” (resultado: Centro-Derecha 375 diputados, izquierda 95). Martínez Barrio se negó”. El País (21-4-97), C. Seco Serrano, académico de la Historia. Lo citan: Martínez Barrio, Memorias, p.212. Alcalá-Zamora, Memorias, p.300.
Azaña: “los elementos de la CEDA (115 diputados, él 5) no tienen títulos políticos para ocupar el Poder, aunque tengan numero en el Parlamento para sostenerse” L´humanitat, 12-1-34. Alcalá Zamora escribe: “Martínez Barrio se presentó como embajador… de Azaña… Venía a que yo matase a las Cortes por la espalda… Al verme opuesto a lanzar fuera del régimen a la mitad larga de la Cámara y del país, me dijo que tenía razón… habló de un golpe de Estado… por el apetito sin freno… quienes no saben o no pueden vivir en la oposición”. Memorias, p.443.
*Coronel y colaborador de AD