La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 19 años de prisión al ‘Latin King’ José Raúl N.D. por matar en octubre de 2009 de veinte puñaladas a su madre para liberarla del demonio, tal y como confesó a la Policía, y herir a una vecina en Talamanca del Jarama.

En una sentencia, los magistrados consideran al acusado autor responsable de un delito de homicidio consumado y de otro intentado. Por ello, se le pena a 19 años de prisión frente a los 34 años que solicitó la Fiscalía de Madrid en la vista oral.

El chico estuvo implicado en 2005 junto a otros integrantes de la banda latina de los ‘Latin King’ en la muerte de un joven al que confundieron con un ‘ñeta’ en Plaza Elíptica.

En el juicio, el procesado se negó a contestar tanto a las preguntas del fiscal como a la de las demás partes. Según las declaraciones de los agentes que le detuvieron, el chico confesó que la había matado para liberarla el demonio.

La Sala rechaza aplicar al condenado una eximente completa por trastorno mental, ya que los forenses manifestaron que sufre un trastorno de personalidad. Esta patología no habría alterado sus capacidades cognitivas y volitivas el día de los hechos.

Según los hechos, el procesado se encontraba, sobre las 04:00 y las 05:00 horas del día 4 de octubre de 2009, en el domicilio familiar, en Talamanca del Jarama, junto a su madre. José Raúl se dirigió a la cocina, donde cogió un cuchillo de grandes dimensiones y apuñaló a su madre en más de veinte ocasiones en la cara, pecho, cuello y abdomen.

Finalmente, la mujer falleció por shock hipovolémico. Acto seguido, el procesado salió del domicilio y se encontró con Betty Alexandra F. M. y Lucy Johanna L.S., a quienes les pidió que esperaran. Las mujeres, salieron corriendo, pero Lucy Johanna se tropezó y el procesado aprovechó para subirse encima de ella y asestarle varias puñaladas en el abdomen, hombro, codo, manos y frente.

Tras ello, José Raúl fue hacia Betty Alexandra y le dijo: “Ahora voy a por ti”, pero ella ya había pedido auxilio y una mujer salió al balcón de su vivienda, motivo que provocó la huida del procesado hacia el monte, donde fue detenido por la Guardia Civil.

El procesado, que se encuentra en situación de prisión provisional, padecía en el momento de los hechos un trastorno psicótico con rasgos mixtos de personalidad disocial y paranoide, agravado por el consumo de cannabis que alteraba gravemente tanto la capacidad cognitiva como volitiva.