Ramiro González.- El pasado fin de semana reuní a un grupo de amigos para ver la última creación de Tim Burton, Sombras Tenebrosas. No es creación del todo porque se trata de la versión para cine de una serie de los años 60, que según dicen, es bastante mejor que el experimento burtoniano. No he visto la serie, pero tengo que decir que me lo pasé muy bien con esta película. Es más, grito bien alto: ¡Tim Burton ha vuelto! ¿Por qué? Pues porque su anterior película dejaba bastante que desear. Realizó una adaptación muy particular del cuento de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carol. Estoy convencido de que si el escritor la viese se llevaría un susto tremendo.

Pocas veces en mi vida me he aburrido con una película hasta llegar al punto de tener que quitarla porque no podía soportarlo más.
En otro artículo ya me centraré en la figura del director y hablaré de manera más concreta del resto de su filmografía, pero ahora prefiero centrarme en esta última, y reivindicar que es una película muy entretenida, y que mucha gente se ha decepcionado porque esperaban una comedia. Lo cierto es que el tráiler de la misma es un burdo engaño, porque los gags cómicos son los que aparecen en él. El resto de la cinta, y el trasfondo de la misma, es una tragedia familiar, provocada por una Bruja con el corazón roto debido a que el protagonista Barnabas Collins (interpretado por Johnny Depp de manera magistral) la rechaza sentimentalmente.

No es mi intención contar más sobre el argumento, así que si quieren saber más vayan a verla. Cierto es que Tim Burton es un director muy conocido, y al mismo tiempo muy minoritario, porque las historias que nos cuenta normalmente no son para todo tipo de público. En esta, al igual que hiciera en Mars Attacks, Burton se ríe de los años 70, de su sociedad carente de cualquier principio o valor moral (los que la vean se reirán con la escena de la comuna hippie). El director no deja de repetirnos que hay muchas riquezas en el mundo, pero que la más importante es la Familia.

Puede resultar una película a simple vista intrascendente, pero si el espectador se esfuerza un poco y la ve alejado de prejuicios, se dará cuenta de lo que transmite. En definitiva, recomiendo a todos los lectores que la vean, sobretodo porque rompe con la mediocridad que ha invadido la taquilla cinematográfica en los últimos meses, salvo por contadas excepciones.