Salvador Sostres, a los ‘indignados’ del 15-M: “Sin desodorante no hay convivencia”
El columnista Salvador Sostres ha vuelto a sorprender con sus contundentes declaraciones en las que critica de forma notable a los ‘indignados’ del movimiento 15-M que este sábado volvieron a reunirse en las principales plazas españolas.
En su habitual columna en ‘El Mundo’, Sostres afirma que “sabías que estabas llegando a la manifestación por el olor a petardo y a cerveza, con toque del vino estrepitoso que se usa para los calimochos”.
El barcelonés apeló a “la tremenda irresponsabilidad de muchos padres que acudieron con sus niños, algunos incluso bebés, sabiendo que la bronca no es inusual en días como estos y que algunos no dan la fiesta por concluída hasta que no hay palos y corridas”.
“La higiene fue previa a la democracia y sin desodorante no hay convivencia”, se dirige Sostres a los ‘indignados’. “Son cosas que estos chicos no saben y por eso no progresan y se les va la fuerza en tonterías”, apunta.
“Si el tiempo que les lleva preparar pancartas lo hubieran aplicado a hacer algo productivo, tal vez en España no habría cinco millones de parados”, continúa.
Sostres concluye afirmando que “el olor a petardo era ya un perfume cuando partí a cenar con mi esposa”, y califica la protesta de “tanto bongo, tanto caos en un atroz museo de la bamba, la bermuda y la camiseta”.
No olvidaremos, espéranos.
Pronto colgaremos decapitados a personajes como este en las plazas.
Vaya hombre!, viene a dar ejemplo de higiene, uno que escribe en el Mundo. Mejor estate calladito,.. liberal vendepatrias!!!
Qué se puede esperar de la degeneración del rojerío elevada a su máxima potencia.
Seguro que si Stalin los pillara por banda los mandaba a Siberia de cabeza.
Esa gentuza no aporta nada a la sociedad. ¿De qué trabajan? ¿De qué viven? ¿Se creen que por el simple hecho de haber nacido ya tienen derecho a todo a costa de los demás?
¿Habla usted de Salvador Sostres, de los “indignados”, o de las dos cosas?
Toda una generación de cretinos, cuya única justificación de su existencia es el antifranquismo, como promovió Zapatero por si así se los llevaba al huerto.