El general, Francisco Gan Pampols, ¿pacifista progre antes que militar vocacional?

Colectivo Alborán.- Recientemente se ha difundido por Internet un vídeo del general holandés Peter van Uhm, Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) de Holanda, pronunciando una conferencia en un seminario de liderazgo en TED (Ideas Worth Spreading) con el título: ¿Por qué escogí un arma para defender la paz?

Merece la pena ver a ese general argumentando con muy poca retórica el uso de la violencia para defender la paz, “no para disparar, matar o destruir, sino para detener a los que hacen el mal, para proteger a los vulnerables y para defender la libertad”.

Pues bien, en ese contexto, es más interesante aún saber que el General Van Uhm, cuando todavía era Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra holandés, tuvo un hijo, teniente, destinado en Afganistán, que murió a consecuencia de un ataque. Pues bien, tras tres semanas de duelo, el general se incorporó a su puesto. ¡Qué raros son estos soldados nórdicos que incluso tienen hijos militares y demuestran en público que “se creen” lo que juraron! (http://www.ted.com/talks/lang/es/peter_van_uhm_why_i_chose_a_gun.html).

Quizás sea porque en Holanda, a la cúpula de las fuerzas armadas la nombra el Gobierno pero, ¡pásmense ustedes qué cosas hacen por ahí fuera estos demócratas europeos!, a propuesta de los respectivos ejércitos.

Por otra parte, el General de Brigada de Infantería Francisco Gan Pampols, Director de la Academia General Militar de Zaragoza, ha realizado hace poco unas declaraciones al periódico Heraldo de Aragón, como mínimo, muy desafortunadas. (http://www.heraldo.es/noticias/el_director_agm_hay_ningun_conflicto_que_valga_una_vida_humana_176890_300.html),

Gan ha afirmado que la misión en Afganistán es la más difícil que ha tenido en Ejército Español. Flaca memoria y gran desconocimiento de nuestra historia militar suponen esas palabras, faltas imperdonables por el cargo que ocupa. Alguien podría alegar que, seguramente, se refería solamente al período de tiempo de sus vivencias personales, y que por tanto no sobrepasen el umbral de 15 años, pero si se diera una vuelta por la galería de héroes de cualquier academia militar española, incluida la suya (por no hablar de la de Infantería, donde se formó), se sorprendería de ingente cantidad de guerras y campañas muchísimo más difíciles con las que nos hemos enfrentado.

Puede que entienda por difícil los riesgos, responsabilidades, penalidades…, aunque es posible que su mayor dificultad personal haya sido aprender inglés y vivir en un contenedor con aire acondicionado.

Lo anterior puede quedar como una anécdota inoportuna por poco meditada, pero lo que es muy grave es afirmar que “no hay ningún conflicto que valga una vida humana”. ¿Tampoco en defensa de su familia?¿Es eso lo que le enseña a sus cadetes? Si es así, debe ser cesado fulminantemente.

La vida es un valor muy preciado, pero no es un valor supremo para un militar. ¿No recuerda la Jura de Bandera? ¿O es que juró en falso? La Constitución impone claramente la defensa de la independencia, integridad y unidad de la Patria, ¿no es suficiente para dar la vida por estos ideales? No solamente un militar debe estar dispuesto a morir por la patria, sino también por el compañero, como reza el espíritu de compañerismo del Credo de la Legión.

Que el inefable señor Bono (al que parece quiere imitar) dijera que “prefiero que me maten a matar” es comprensible en un político demagogo, pero no en un militar. Y, por cierto, a los militares nunca nos han inculcado la vocación de matar. A los soldados se nos enseña la idea de morir por un ideal, por el compañero, por la misión. La misión está antes que la propia vida. Nunca nos han inculcado la idea de matar, sino de morir.

Los miles de muertos que hemos tenido a lo largo de nuestra historia, que homenajeamos todos los días al toque de oración, y en las paradas militares en el acto de homenaje a los caídos, ¿no han valido la pena? ¿Es lo que le dice a los familiares de sus subordinados caídos?

Sabrá mucho inglés, no lo dudamos, pero no tiene ningún espíritu militar. No vale ni para una academia de bomberos, porque ningún incendio vale una vida, así que dejemos que se quemen los montes y las ciudades con sus habitantes.
Simplemente impresentable, él y quienes le mantienen en el puesto.

*El ‘Colectivo Alborán’ lo forma un grupo de altos mandos del Ejército español, retirados y en activo, que cuentan con una cualificada experiencia militar y una notable preparación académica. A todos ellos les une un denominador común: el amor a España y la preocupación ante los acontecimientos que vive nuestra nación.