La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) también afirmó que 58.000 personas llegaron a Europa por el Mediterráneo el año pasado, lo que también constituye un récord.

“Por lo tanto, 2011 es el año más mortífero para la región desde que ACNUR empezó a registrar estos datos, en 2006”, indicó en rueda de prensa la portavoz de ACNUR Sybella Wilkes, quien no descartó que los verdaderos números puedan ser superiores a las estimaciones de esta agencia de Naciones Unidas.

La vocera también afirmó que 58.000 personas llegaron a Europa por el Mediterráneo el año pasado, lo que también constituye un récord. “Los barcos llegaron con mayor frecuencia en 2011, al desplomarse los regímenes de Túnez y Libia”, añadió.

El récord anterior se había registrado en 2008, cuando llegaron 54.000 personas a Grecia, Italia y Malta, tras lo cual se intensificaron los controles en las fronteras.

El año pasado, la mayoría de las personas llegaron a Italia (56.000), 28.000 de las cuales provenían de Túnez, en muchos casos por la isla de Lampedusa, considerada por estos migrantes como posible puerta de entrada a la Unión Europea (UE).

A mediados de enero, el nuevo régimen de Trípoli lamentó la “reanudación” de la llegada de inmigrantes indocumentados a Libia, provenientes de países africanos, como Nigeria, o de Medio Oriente, como Siria, y pidió a la UE que ayude a su país a impedirles el ingreso al país norteafricano.

Según Trípoli, la reanudación de la inmigración se debía a las fallas en la vigilancia de las fronteras, que databan del conflicto armado que desembocó en el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi.