Urdangarin observa desde una embarcación de la Familia Real una regata de la Copa del Rey de vela que se celebró en Palma de Mallorca en agosto del año pasado.

Las cerca de 2.700 páginas del sumario de la ‘operación Babel’ son una radiografía de los ocho años -del 2003 a mediados del 2011- en los que Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres se dedicaron a dar todo tipo de pelotazos, convencidos de que el nombre del yerno del Rey les hacía inmunes e impunes. Más allá de las grandes cifras ya conocidas, los documentos policiales y fiscales y las confesiones están plagados de detalles que dan buena cuenta del descarado ‘modus operandi’ de los dos imputados para llevar a cabo sus presuntos grandes negocios irregulares, sus grandes pufos.

Saqueo total

Urdangarin y Torres se quedaron con todo. No dejaron ni un solo euro de los 5,8 millones de euros que el Instituto Nóos facturó a los Gobiernos de Baleares y Valencia por los foros deportivos que celebraron en ambas comunidades entre 2004 y 2006. Según los cálculos de la Fiscalía, en esos años los dos socios desviaron a sus respectivas empresas exactamente la misma cantidad que obtuvieron de las adjudicaciones a dedo de las administraciones públicas.

Desde Zarzuela

Un fax de 2002 incluido en el sumario revela que Carlos García Revenga, el secretario de la Infantas, se dedicaba a gestionar desde el mismísimo palacio de la Zarzuela los negocios turbios del duque de Palma. Se trata de un fax remitido a Revenga, que entonces estaba en la directiva de Nóos junto a la Infanta Cristina, en el que se le hace una consulta sobre Namasté, una empresa a nombre del matrimonio Urdangarin-Borbón.

Por ser yerno

Son numerosos los testigos que han declarado que contrataban con Nóos por el mero hecho de que el yerno del Rey era su presidente. Es más, reconocieron que adjudicaban trabajos al instituto sin necesitarlos o sin saber exactamente qué encargaban porque se sentían intimidados por Urdangarin. Es el caso del expresidente del Valencia C. F. Juan Bautista Soler, quien confesó ante la Policía que dio dinero a Nóos porque se «sintió obligado» porque era «Iñaki Urdangarin quien se lo pedía». El Valencia pagó 30.000 euros a pesar de que el convenio, según Soler, olía «algo a tufo» y era «extraño», pues no se sabía cuál era el «objetivo final». Casi lo mismo le pasó al Villarreal C. F., que abonó a Nóos 696.000 euros por un informe de 13 paginas sobre la ‘esponsorización’ en el estadio de El Madrigal. El presidente del club admitió sin ambages en su interrogatorio que contrataron a la fundación «básicamente porque Iñaki Urdangarin era su presidente».

Apaños

La presencia del duque era el único argumento para conceder contratos públicos. Luego, de acuerdo con el sumario, venían los apaños para justificar esas adjudicaciones. Uno de los ejemplos más claros es la confesión de la exdirectora de Gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, Elisa Maldonado, quien reveló que le ordenaron «vestir el santo» para dar visos de legalidad al contrato entre Nóos y la Generalitat para la celebración del Valencia Summit, el mayor ‘pelotazo’ de la trama.

Bronca

El tándem Urdangarin-Torres se rompió en 2008. El sumario desvela que el marido de la Infanta siguió vinculado con Torres después del aviso de Zarzuela. En 2008 Urdangarin dijo que había roto con su socio porque el profesor de Esade «le estaba robando». Torres, por su parte, acusó al yerno del Rey de no «trabajar».

Post-it

Una anotación en un post-it con las iniciales I.U. puso a la Policía sobre la pista de la trama de evasión de capitales desde el Reino Unido a Belice, alrededor de 470.000 euros. Cuando el pasado 9 de noviembre fue interrogado sobre el supuesto testaferro del yerno del Rey para esa operación, Torres se negó a responder. «Esto es muy serio para contestar ahora», alegó.

Conexión Panamá

El sumario detalla el entramado para sacar capitales de España. Hay documentos que prueban que el duque y su socio llegaron incluso a valerse de una hasta ahora desconocida sociedad fantasma en Panamá, Blosomhill Assets, para evadir sin demasiado disimulo.

Chequera

Una chequera ha desvelado que el Instituto Nóos pagaba también en negro a Iñaki Urdangarin. En 2008, tras haber supuestamente abandonado la institución, recibió 110.300 euros opacos a los ojos de Hacienda.