Pintada en favor de ETA en Pamplona.

Lo que comenzó siendo una sospecha fundada en la actitud de algunos radicales de la localidad navarra de Garinoain que impidieron la toma de posesión de un alcalde de Derecha Navarra y Española (DNE), se ha confirmado ya plenamente: ETA no es ajena a la marejada que se vive en Garinoain tras la victoria electoral de DNE el pasado 20 de noviembre. “Esta gentuza no soporta ser gobernada por un partido que lleva el nombre de España en sus siglas”, denuncia un destacado miembro del partido que lidera la ex concejala del PP en el Ayuntamiento de Pamplona, Nieves Ciprés.

Remacha la misma fuente que Garínoain pone sobre el tapete de la actualidad la influencia que aún mantiene el mundo abertzale en la Navarra más inculta y profunda. En julio de 1936, un simple batallón de voluntarios a las órdenes del general Mola acabó con la resistencia en esa zona de la geografía navarra, guarida entonces de chekistas a las órdenes de José Antonio Aguirre (presidente vasco durante la república). Hoy la batalla que se libra es de signo distinto, si bien los protagonistas involuntarios de esta historia creen que hará falta algo más que palabras para disuadir a los radicales de sus intenciones contra un gobierno de DNE.

“Esta es una batalla entre el Estado de Derecho y la intolerancia de unos pocos”, subraya DNE, que pide a sus militantes y simpatizantes que no respondan a las provocaciones previas a la toma de posesión de Gonzalo Vicuña como alcalde de Garínoain. “Si en vez de Derecha Española, nos llamásemos abertzales o apareciera el nombre de Euskadi en nuestras siglas, todo estaría transcurriendo con absoluta tranquilidad”, indicó Ciprés a nuestra redacción hace unos días.

El interés del nacionalismo radical vasco por encender los ánimos de los vecinos de Garínoain contra DNE va más allá de las protestas de algunos de ellos. El diario Gara, órgano de ETA, se suma a la campaña emprendida en Garínoain para que los cargos de DNE abandonen la localidad y dejen que la gente del pueblo se haga cargo de la gobernanza del Ayuntamiento. Lo que no se señala es por qué entonces la de DNE fue la única candidatura que se presentó a las elecciones. 

Especialmente llamativo es que Gara destaque que “los vecinos y las vecinas de Garinoain no piensan quedarse con los brazos cruzados” y que hayan decidido salir a la calle para exteriorizar su rechazo a los españolistas navarros. Ya sabemos los españoles el significado de algunos apoyos encubiertos del órgano de ETA. Por si acaso, Gonzalo Vicuña ha tenido que reforzar su seguridad personal en las últimas horas.

Para enredar aún más la cuestión y alimentar el odio de los radicales contra todo lo español, Gara hace un paralelismo entre lo ocurrido el 20 de noviembre en Garinoain y “una jugada similar a la que el PP empleó en Lizartza en 2004, aprovechándose de la ilegalización de la candidatura de la izquierda abertzale a los comicios locales”.

Por si fuera poco, el órgano de los matarifes vascos vincula a los dirigentes de DNE, Nieves Ciprés y Silvestre Zubitur, con lo que califica como “grupos de la ultraderecha” española, entre los que cita a España 2000 (sic) y Alternativa Española.

Frente al desafío del mundo etarra, urge que los españoles respalden a DNE en el compromiso adquirido con sus votantes de Garínoain. Lo que está en juego el día 30, fecha de la constitución de su ayuntamiento, es el triunfo del ordenamiento legal sobre los violentos. A la vista de la espiral de violentas declaraciones, urge hoy más que nunca que las previsiones de la gentuza etarra no se cumplan y que Garínoain, como ocurrió con la Navarra del general Mola, se imponga al terror y a las ansias expansivas del nacionalismo vasco.