El exdictador Noriega, recluido en una celda común en Panamá
El exgeneral Manuel Antonio Noriega comenzó a purgar más de 60 años de cárcel que tiene pendientes en su país en una celda común, tras ser repatriado desde Francia más de 20 años después de su captura por el Ejército de los Estados Unidos en la invasión militar de 1989.
Noriega llegó extraditado desde Francia, con una escala en Madrid, en un vuelo de Iberia que aterrizó en el aeropuerto de Tocúmen, unos 27 kilómetros al este de la capital, hacia las 18.07 hora local (23.07 GMT), desde donde fue trasladado en helicóptero a un helipuerto cercano a la cárcel El Renacer, junto al Canal.
El exdictador, al salir del aparato, fue llevado en un todoterreno hasta la puerta de la cárcel y conducido en silla de ruedas al interior del recinto, en presencia de numerosos funcionarios y decenas de periodistas que no lograron verlo bien.
Poco antes, las autoridades panameñas habían introducido de una manera similar en el recinto carcelario a otra persona, cubierta totalmente con un capote, a manera de señuelo, que engañó a los periodistas, camarógrafos y fotógrafos nacionales y extranjeros que desde las 14.00 hora local (19.00 GMT) esperaban al exgeneral.
La ministra de Gobierno Roxana Méndez achacó a las medidas de seguridad esa maniobra, que molestó a muchos medios de prensa.
Debido a las insistentes protestas y después de que el presidente Ricardo Martinelli dijese en Twitter que había dado instrucciones para que mostrasen a Noriega, las autoridades del penal sacaron brevemente y a larga distancia al exdictador ante los medios.
Noriega apareció en la zona de recepción del penal, sentado en una silla de ruedas, vestido de rojo y, tras hablar con el director del Sistema Penitenciario, Ángel Calderón, y otras personas, fue reintroducido en el recinto.
Casa por cárcel
El exdictador, de 77 años y que tiene problemas de salud derivados de un accidente cardiovascular, ocupa una celda normal y ‘sin lujos’, según han insistido en repetir las autoridades.
El septuagenario exmilitar debe afrontar condenas por los homicidios del médico opositor Hugo Spadafora y del mayor Moisés Giroldi, que suman ambas 40 años de prisión, así como por la desaparición de otras dos personas y acusaciones de violación a los derechos humanos.
Noriega, destituido y expulsado del Ejército tras la llegada al poder de Guillermo Endara (1989-1994), el primer presidente en democracia desde 1968, aspira a recibir el beneficio de ‘casa por cárcel’, según sus abogados.
Las leyes panameñas dan a los jueces la capacidad de conceder ese beneficio a los reos de más de 71 años y que padezcan enfermedades graves, pero sus oponentes han destacado que ese beneficio no incluye a los condenados por delitos de lesa humanidad, como los del exmilitar.