Un niño pisotea uno de los cadáveres. Aseverar rotundamente que determinados miembros del CNI español no conocían los entresijos del 11M, es infame. Llevo años, tengo artículos que lo demuestran, ratificando mediante la lógica más esencial que un atentado como el del 11M es imposible, absolutamente quimérico, sin la colaboración del CNI, o en todo caso, de alguno de sus miembros.

Hoy se sabe, según Intereconomía, que un Tedax de la ‘Operación Carioca’ asegura como testigo protegido e informa que un altísimo dirigente del PSOE habría conocido el 11-M. Además, relata una reunión mantenida cuatro meses antes del atentado en Ginebra entre servicios secretos marroquíes, búlgaros, un dirigente del PSOE, un militar español y un miembro del CNI de alias ‘Walter…”.

En su día dije, y hoy repito, “que es imposible, digo, im- po- si- ble, que al CNI, uno de los cuerpos más preparados en la lucha antiterrorista del mundo, se la jugaran, media docena de indocumentados: a la postre. Un minero drogata, un chivato de poca monta y varios moros inmundos a los cuales el CNI tenía súper controlados.” Ahora bien, la pregunta es, ¿cómo es posible que el CNI -algunos miembros del CNI- cometieran tamaña vileza?

Resulta muy difícil entender que aquellos que trabajan para salvaguardar nuestras vidas sean cómplices del mayor atentado terrorista cometido en Europa…Sin embargo, cuando uno se hace la pregunta correcta, halla sin duda la respuesta adecuada. La correcta pregunta no es otra que aquella que trata sobre la propia supervivencia. Para mejor entender lo que deseo transmitir debemos trasladarnos al 30 de Noviembre del 2003 cuando dos vehículos civiles en los que viajaban ocho miembros del Centro Nacional de Inteligencia fueron atacados con lanzagranadas RPG a 30 kilómetros al sur de Bagdad- no sé si recuerdan aquellas imágenes donde los niños tiraban de los torsos abrasados y despedazados de los agentes-.

De los ochos- cuatro de los agentes iban a dar el relevo a otros cuatro que estaban a punto de regresar a España- sólo sobrevivió uno: José Manuel Sánchez Riera. Pues bien he aquí la pregunta: suponga que usted es un agente del CNI que debe partir para Irak, sí o sí, al menos mientras Aznar o el PP presidieran el gobierno, debido a su compromiso de apoyo logístico con EEUU- para suplir, lógicamente, a sus compañeros asesinados…¡Ah, retoñito, bonito, bonito…Quién tiene culo, tiene miedito! Luego, el miedo, el terror. El inquebrantable sentido de la supervivencia, como no podía ser de otra manera, se apoderó de las huestes del CNI.

Lo demás es fácil de adivinar, sabiendo de antemano que el pérfido traidor, supongo que inconscientemente ZP, había prometido la retirada de tropas y demás agentes de Irak. Es decir, si ganaba ZP los miembros del CNI se quedaban en casita. Yo no voy a decir, pues se sabe que aquello de dar la vida por la patria pasó a mejor vida.

También comprendo la terrible angustia que los agentes del CNI, y sus familiares, debieron sentir viendo como a sus compañeros les descuartizaban, quemaban y pisaban algunos, niños incluidos, infames bichos con ojos denominados islamistas. Y lo que es peor de todo, la espera. La espera de conocer quiénes deberían ir a Irak para seguir con la misión encomendada. En definitiva, el 11M fue posible porque unos le posibilitaron. Otros le cometieron y uno solo le procuró. Éste no fue otro que el infame ZP mediante la soflama dirigida especialmente a los terroristas islamistas. Soflama que decía “si yo gano las elecciones, ordenaré inmediatamente la retirada de las tropas de Irak”. Esta lapidaria frase que únicamente se puede esperar de un enfermo mental, un supremo imbécil o un pérfido cobarde desencadenó los acontecimientos posteriores que dieron lugar al infame atentado del 11M.

No hay duda de que si ZP no hubiera prometido semejante infamia oral, el 11M, como tal no se hubiese producido. No duden, amigos, en verdad no duden pues todo lo aquí descrito no es ni arte ni parte de mi persona: lo escrito únicamente obedece a la incuestionable realidad de la Lógica Universal. Por último cabe decir que el grave error cometido que Aznar al confiar ciegamente en los cuerpos de seguridad del estado fue aprovechado por los socialistas sobremanera para generar dudas en vez de razonadas actuaciones para conocer toda la verdad in situ.Para terminar únicamente decir que cuando se trata de salvar el culo propio, la traición, por muy alevosa que parezca, es mucho mas factible que toda la valentía del mundo.