Alberto Granados Garmendia.- Los islamistas del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la organización “Hermanos Musulmanes”, se atribuyó ayer el 40% de los votos en al menos siete de las nueve provincias tras las dos primeras jornadas de las elecciones legislativas egipcias, cuya participación fué superior al 85%. (Ver video).

Conforme se conocía el ascenso en las encuestas de los radicales islamistas, al Gobierno español le faltó tiempo para inyectar un millón de euros en apoyo al proceso electoral en ciernes, tal y como reveló ayer el secretario de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos en funciones, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, durante la clausura de un foro sobre la “primavera árabe” organizado por la organización internacional Idea en el Congreso de los Diputados.

Este apoyo político indisimulado, a pesar de la crisis que padece nuestro país y de los recortes en todos los ámbitos, no solo es económico, sino también “simbólico”, según afirmó el propio Yáñez-Barnuevo.

Vale la pena detenerse en la afinidad “simbólica” destacada por el secretario de Estado, toda una declaración de intenciones si tenemos en cuenta que España ya apoyó con otro millón de euros la celebración de las elecciones a la Asamblea Constituyente en Túnez, en una nueva vuelta de tuerca al proceso de islamización que actualmente padece el Norte de África, apoyado y financiado por el Gobierno maurófilo de un país en crisis como es el nuestro.

Ya dijeron los socialistas en su dia que “crezca la economía lo que crezca, España va a seguir incrementando la ayuda al desarrollo”. Y cumplieron su amenaza, mientras las dificultades económicas de las familias españolas crecían día a día.

Dá igual que se hayan fundido el superhávit del Estado. Eso no supone ningún problema para que estos buenos samaritanos se ofrezcan a financiar cualquier cosa mientras el dineral se tire fuera de España. Ya con la crisis bien entrada, aportaron 11 millones de euros al Banco Asiático para proyectos en los países de aquella región. Así como la creación de un “Fondo para el Agua en Iberoamérica”, al que se comprometieron a aportar 1.500 millones de euros en cuatro años. También regalaron 35 millones de dólares para el saneamiento de las aguas de la bahía de Acapulco.

En ese mismo período anunciaron varias aportaciones periódicas superiores a diez millones de euros a la ONU para la lucha contra el VIH, para las asociaciones de derechos humanos y para mitigar el hambre en el mundo (mientras iba creando bolsas de pobreza en su propio país), ¡incluso financiaron una orquesta cuyo coste superaba varios cientos de miles de euros dedicada a las “tres culturas”!. Aquí la gente sin poder pagar sus hipotecas, y estos sátrapas socialistas financiando conciertos y memeces que no hacían falta alguna.

Todo esto además de los cientos de millones de euros que se malgastan en forma de subvenciones para asociaciones y ONGs de gente buena que cobra para ser buena. Y luego leemos que las leyes sociales que impulsaron carecían de dotación presupuestaria. Como la Ley de Dependencia, que duró lo justo porque el Estado se habia quedado mas pelado que una rata. Zapatero es comparable a María Antonieta, pero en versión progre, plebeya y cutre. Madamme Déficit, llamaban a la reina que al ser informada de que el pueblo tenía hambre, respondió que comiesen pasteles. Nuestro Monsieur Déficit no tiene nada que envidiar al despotismo de su homóloga francesa.