La concejala de Plataforma per Catalunya (PxC) en Sant Adrià de Besòs, Menchu Martí, sufrió ayer tarde un intento de agresión delante de la mezquita que, según el Ayuntamiento de la localidad, no existía.

Los hechos transcurrieron luego de que numerosos vecinos contactaran con la edil plataformista para informarle acerca de la existencia de un local de cuyo interior procedían ruidosos y molestos cantos coránicos. La indignación de los vecinos era grande dado que el equipo de gobierno de la ciudad había garantizado a los vecinos la inexistencia de oratorios islámicos en Sant Adrià.

Lo primero que hicieron al escuchar las siniestras letanías coránicas fue avisar a la Policía Local. Aleccionada por la casta, el cuerpo armado municipal ni siquiera llegó a aparecer. Tuvo que ser Menchu Martí la que contactara con los mandos policiales para exigirles que cumplieran con su deber y atendieran a los vecinos. Uno de los agentes responsables le explicó que, aunque existía una orden que prohibía la apertura del local, no habían podido entregarla al no hallar nunca a nadie dentro del inmueble. Al ser conminado por Martí a que se notificara entonces la orden de cierre a esa hora en la que se hallaba gente en su interior, la respuesta que recibió la dejó petrificada: “No disponemos de efectivos suficientes”. Verbigracia: en la respuesta estaba contenida la pregunta de quiénes son los que mandan en Sant Adrà de Besós.

En compañía de varios vecinos, Menchu Martí se trasladó hasta la mezquita ilegal con una cámara de fotos para probar su existencia. Cuando fotografiaba el lugar del delito, numerosos musulmanes salieron descalzos del local para increparla y tratar de agredirla. No hubo tal gracias a la actitud valiente y expeditiva de algunos vecinos que salieron en defensa de su regidora.

Minutos más tarde aparecieron tanto los Mossos d’Esquadra como la Policía Local, alertados por los vecinos de la peligrosa situación que se estaba viviendo en plena calle. Menchu Martí relató los hechos a los cuerpos de seguridad. Aunque éstos le pidieron que se quedara para identificar a los agresores que se hallaban otra vez dentro de la mezquita ilegal, finalmente acordaron no actuar al considerar que se podía “correr peligro” debido al elevado número de musulmanes al que debían enfrentarse. Verbigracia: en Sant Adrà de Besós, la legalidad siempre es susceptible de ser modificada por un puñado de moros violentos.

Martí presentó una denuncia formal de los hechos en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Badalona, en la que aportó el testimonio de algunos de los vecinos que la acompañaban. Minutos más tarde y ante la posibilidad de que el asunto deviniese escándalo al ser avisados algunos medios informativos, entre ellos Alerta Digital, la Guardia Urbana decidió desalojar y precintar el local que servía de oratorio o mezquita.

“Este hecho muestra una vez más la hipocresía y la demagogia que emplean los políticos de la casta podrida. No olvidemos que tan solo un día antes habían garantizado que allí ni existía ni había existido jamás una mezquita y que se trataba sólo de una triquiñuela de Plataforma per Catalunya para llamar la atención”, señaló Martí a última hora de la noche.

“El tiempo da y quita razones. Una vez más se ha demostrado que PxC, con sus mujeres y hombres, van siempre con la verdad por delante, aunque ésta duela tanto a la casta podrida y parasitaria que abunda en la política catalana desde hace décadas”, apostilló.