La conoció en diciembre de 2009 y desde entonces la mujer no ha parado de acosarla, persiguiéndola por la calle y presentándose en su trabajo. Todo con la pretensión de mantener una relación sentimental a la que ella se negaba. Ni las denuncias ni las órdenes de alejamiento del juez consiguieron disuadirla. En mayo de este año llegó a golpearla con una sombrilla de playa y le tocó los pechos y los genitales. Ahora la Audiencia de Málaga ha puesto fin a esta situación y ha condenado a la procesada, que «tiene apariencia física de hombre», según la sentencia, a cuatro años y nueve meses de cárcel y a pagar a la víctima una indemnización de 6.330 euros. Además le prohibe residir en la ciudad de Málaga durante un periodo de cinco años.

Según la resolución judicial, la víctima viene siendo acosada por la acusada desde que se conocieron, en diciembre de 2009. Su empeño en mantener una relación sentimental con ella la ha llevado a amenazarla con que la iba a matar a ella y a su pareja, motivo por el que la mujer la denunció en varias ocasiones. La procesada no solo la perseguía por la calle, sino que se presentaba en su centro de trabajo para verla y la esperaba a la salida.

Su obstinación era tal que llegó al extremo de mudarse a una vivienda cercana al domicilio de la víctima. Ni las órdenes de alejamiento frenaron su propósito, por lo que llegó a ser condenada en dos ocasiones por quebrantamiento de medida cautelar y por abuso sexual.

Así las cosas, el pasado mes mayo, la procesada, que había consumido alcohol, se acercó a la mujer haciéndole comentarios obscenos y tocamientos en los pechos y en los genitales. Como la víctima se resistía la golpeó con el pincho de una sombrilla de playa que llevaba en ese momento, por lo que la mujer sufrió lesiones en la mano y en el brazo izquierdo.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga confirma la dictada en primera instancia en un juicio rápido por un juzgado de lo Penal de la capital, que la condenó por un delito de agresión sexual con la atenuante de adicción al alcohol y la agravante de reincidencia, otro de coacciones y una falta de lesiones, además de prohibirle acercarse a la víctima e incluso residir en la ciudad de Málaga durante los próximos cinco años.