'La Pasionaria' en su salda, rodeada de un grupo de rudos milicianos comunistas.

Desató las peores pasiones y alimentó los peores instintos contra los representantes de la derecha y la Iglesia. Sus constantes apelaciones al odio anticlerical se saldaron con centenares de curas asesinados desde 1931 a 1939. Fue además un modelo de atrofia moral ejemplarizado en sus incontables relaciones extramaritales. Mentora del Frente Popular, tan protervo como despiadado, apoyó la aniquilación de la institución familiar, la quema de iglesias, el aborto libre y, a través sobre todo de sus inflamadas arengas, encendió el odio de la chusma contra cuanto tuviese algún valor moral o espiritual. Fue asimismo una de las organizadoras de la sangrienta intentona golpista de Asturias de 1934 nada más confirmarse la aplastante victoria electoral de la CEDA de Gil Robles.

Precursosa del amor libre y apologista del “aniquilamiento” del adversario político durante la II República (con el trágico resultado del asesinato del jefe de la oposición derechista el 13 de julio de 1936), Dolores Ibárruri nunca ocultó que su pretensión era la de convertir “los pueblos ibéricos” (pocas veces utilizó la palabra España) en una sucursal del estalinismo. Vencido el ejército rojo en 1939, la tristemente conocida como ‘La Pasionaria’ encontró asilo y cobijo en Rusia, donde no dejó de conspirar contra España y su postrero desarrollo social, moral y económico. Una biografía tan infame ha tenido un mejor corolario en Elche, donde los anteriores mandatarios socialistas dieron su nombre a un parque público.

La junta del gobierno local, del PP, ha decidido ahora cambiar la denominación del actual ‘Jardín de Dolores Ibárruri’ por ‘Jardín de la República Argentina’, al no existir ” ninguna vinculación de La Pasionaria” con la ciudad ilicitana, según lo anunció en rueda de prensa el portavoz del gobierno municipal, Pablo Ruz. Los nuevos gobernantes ilicitanos darán también el nombre del ex alcalde Vicente Quiles a una calle del municipio. Quiles fue el principal artífice de la transformación urbana de Elche, además de fundador de la firma ‘Kelme’ y presidente del equipo local de fútbol, al que logró ascender y mantener algunos años en la primera división de la liga española.

La pataleta de la izquierda

La medida acordada por el gobierno popular ha sido criticada tanto por el PSPV-PSOE como por la formación política Compromís. “Elche tenía una deuda pendiente con Vicente Quiles, uno de los mejores alcaldes de la historia reciente”, ha argumentado el portavoz popular, quien ha indicado que la elección de esa avenida responde a que “uno de sus logros más importantes fue el soterramiento del ferrocarril, considerada la obra del siglo”.

Quiles “logró el soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad, realizó las obras del encauzamiento del río Vinalopó, creó tres escuelas infantiles y varios centros educativos públicos”, ha detallado el edil popular.

Además, durante su mandato “puso en marcha importantes obras, como las del aeropuerto de El Altet, el Hospital General de Elche o el barrio de Los Palmerales”, entre muchas otras actuaciones, ha destacado.

Sobre esa cuestión, ha señalado que, por el contrario, la nueva nomenclatura “reconoce la contribución al progreso de la ciudad de la comunidad de argentinos residentes” en ella, más de 2.000 personas censadas.

Por su parte, el concejal del PSPV-PSOE Héctor Díez ha trasladado que “los ilicitanos no comprenderán esa deriva del PP, que le quita un jardín a una militante comunista y le pone una avenida al último alcalde franquista”, pues, en su opinión, “las inquietudes de los ciudadanos van en otra dirección”.

A su vez, la portavoz de Compromís per Elx, Mireia Mollà, ha asegurado en un comunicado que, “con el cambio de nombre de calles acordado por el nuevo equipo de gobierno, el PP evidencia su carácter reaccionario y su voluntad de imponer su criterio por encima, incluso, de los emblemas de la ciudad”.

“Es una vergüenza que el PP quiera cambiar el nombre de la avenida del Ferrocarril por el del último alcalde franquista, Vicente Quiles, una medida que estudiaremos si va en contra de la Ley de la Memoria Histórica”, ha dicho Mollà.

Lo sonrojante es que el sectarismo ideológico de la izquierda haya conducido a los ediles socialistas de Elche a decantarse por una contumaz y fanática estalinista de siniestra biografía antes que por un ilustre conciudadano, responsable como político y también como empresario de la conversión de la ciudad en una de las principales referencias urbanas y económicas del Levante peninsular.