Fernando Alonso, al borde del precipicio
El abandono de Fernando Alonso en Canadá le ha colocado a casi 100 puntos del líder, Sebastian Vettel, por lo que ha perdido prácticamente sus opciones de título. ¿Debe seguir luchando por este 2011 o se debe rendir a la evidencia y pensar ya en 2012? Antes del domingo, Alonso no había dejado de puntuar desde Bélgica del año pasado, que se celebró el 29 de agosto.
Ese día, el español abandonó por un trompo en el mojado asfalto de Spa. Diez meses después, de nuevo en una carrera bajo lluvia, volvió a quedarse fuera. Aquel día el asturiano dijo que aún era posible ganar el título, y de hecho lo disputó hasta la última carrera, encadenando cinco podios consecutivos, tres de ellos con victoria, hasta el ya por todos recordado descalabro de Abu Dabi 2010.
La situación parece diametralmente opuesta ahora mismo. El español tiene 69 puntos, casi un centenar menos que un Sebastian Vettel (161) que en siete carreras lo peor que ha conseguido ha sido un segundo puesto, en ambas ocasiones superado por un McLaren. El alemán está logrando unos números de escándalo y muy pocos piensan que se le vaya a escapar el título mundial. El propio Alonso admitía que han perdido su mejor oportunidad.
Ganar en Canadá, tras el segundo puesto de Mónaco, hubiera supuesto no solo una inyección de moral necesaria y acuciante para el español, para Ferrari y para los ‘tifosi’, sino también la constatación de que el asturiano podía quitarse el mal sabor de boca del año pasado. Un podio también habría sido aceptable, habida cuenta de que en Maranello se habían planteado Montreal, Valencia y Silverstone como los escenarios perfectos para la ‘resurrección’.
Vettel no ha fallado todavía
La mayor diferencia con respecto al año pasado no es que Alonso esté lejos del líder del Mundial, sino que en este 2011 el primer clasificado no falla. Vettel tiene sometido el campeonato a una dictadura que dura desde que en Abu Dabi lograse su primer entorchado. Este ritmo se antoja impensable. «Alguna vez fallará», se oye en el ‘paddock’ en el resto de ‘boxes’. «No es normal. Este chico algún día tendrá que cometer un error, o su Red Bull se romperá», sueñan algunos aficionados -y periodistas- al ver el infernal ritmo que está teniendo el campeón del mundo.
Mientras, ya son 60 puntos de ventaja los que tiene sobre el segundo clasificado, Jenson Button, y 92 sobre Alonso todo los sábados en la cronometrada. La prohibición del penúltimo ingenio mecánico de la Fórmula 1, los ‘difusores soplados’, puede añadir otro punto de interés a partir del Gran Premio de Gran Bretaña. La FIA, que ya se planteó prohibirlos para la prueba disputada en Montmeló, ha decidido que los equipos no puedan usar este sistema desde la prueba de Silverstone en adelante. Red Bull, que es el que saca mayor rendimiento a esta técnica, puede verse muy perjudicado en la recta final de la temporada, pero la ventaja que han logrado en el campeonato se antoja casi insalvable.
«Tendremos que organizar una excursión a Lourdes o algo así para ver si podemos revertir la situación», bromeaba Stefano Domenicali tras lo ocurrido en Montreal, en declaraciones a ‘Autosport’. La ironía utilizada por el italiano, que igual no hace tanta gracia a una afición cansada de ver errores de estrategia de manera permanente, es un buen síntoma de la sensación que reina en Maranello.
El despido -o recolocación, dicho de manera eufemística- de Aldo Costa ha solventado algunos de los problemas aerodinámicos de Ferrari. Sin embargo, no se contaba con que en Canadá se fueran a ir con un cero para Alonso, el único de los pilotos que se ha mostrado competitivo como para apostar por él cara al título.
Pese a todo, Domenicali no se resigna a pensar ya en 2012, como le pedía hace meses Flavio Briatore, el que suena como posible sustituto a las riendas del ‘cavallino rampante’: «Ya dije que habría que esperar a estas dos carreras para saber si seguimos con posibilidades. Estoy muy decepcionado porque no hemos sumado los puntos que merecíamos».