Un día más de campaña y un nuevo ‘pinchazo’. José Luis Rodríguez Zapatero no ha podido llenar tampoco la plaza de toros de Zaragoza y eso que los socialistas aragoneses afirman que las cosas no están mal, que hay opciones reales de gobernar de nuevo en coalición e incluso que tras el 22-M, esta región se convertirá en el auténtico “bastión socialista”. Hoy era una oportunidad para poner un pica en el lomo de Mariano Rajoy, pero el PSOE se ha quedado con las ganas.

Después del baño de masas que pudo darse el líder de los socialistas en Valencia -el primero en lo que va de campaña-, todas las expectativas del partido gubernamental estaban puestas en el coso maño. Los populares estuvieron aquí hace justo 24 horas y no lograron llenar el aforo. Dicen en el PSOE que ha habido empate en 10.000 personas, pero con una diferencia: Zaragoza es una plaza socialista y la dirección del partido consideraba que este fin de semana sería “determinante” para medir fuerzas.

El presidente aragonés y secretario de Organización, Marcelino Iglesias, ha admitido en un encuentro con la prensa antes del mítin que aún hay un 20% de votantes socialistas “cabreados” que no han decidido su voto. A todos ellos se ha dirigido una vez más Zapatero en su intervención. “Todos los progresistas tienen la responsabilidad de no dar ni una sola oportunidad a esa derecha tan derechista”.

Para calentar el ambiente, el jefe del Ejecutivo ha recurrido a todas las bestias negras de su electorado. Ha mencionado a Aznar por la comparación que hizo ayer entre Zapatero, Hugo Chavez y Fidel Castro; (“después de lo que dijo de Gadafi, su opinión no vale nada”, ha dicho con desprecio). Y tambíén se ha referido al comentario del candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, sobre las enfermedades erradicadas que traen los inmigrantes a España (“le faltó casi decir que eran personas que apestaban”, bramó).

En el mismo día en que la prensa escrita viene cargada de sondeos electorales que auguran resultados calamitosos para su formación, el presidente del Gobierno ha vuelto a sacar pecho por sus dos triunfos frente a Mariano Rajoy y ha afirmado que esa es la razón de que el presidente del PP vaya de mítin en mitin celebrando encuestas. “Nunca ha podido celebrar una victoria. Y ya os adelanto desde aquí que esa inercia -ha vaticinado- la mantendrá en las próximas elecciones generales que ganará el PSOE”.