Pepa Roma: “Ahora resulta políticamente incorrecto hablar de rivalidad femenina”
“El feminismo nos ha imbuido tanto con sus ideas que ahora nos resulta políticamente incorrecto hablar de rivalidad entre mujeres”, enfatiza la escritora y periodista Pepa Roma en una entrevista con Efe sobre su novela “Indian Express”, Premio Azorín 2011.
“El feminismo ha sido la filosofía que nos ha ayudado a todos a liberarnos de determinados corsés, pero ahora cada mujer tiene que explorar por sí misma sus propias posibilidades y desmitificar también esta ideología”, subraya Roma al hablar de esta novela, editada por Planeta, que versa sobre la amistad entre dos mujeres, durante un viaje a la India.
A punto de cumplir los sesenta años, Lola y Ché, dos amigas de juventud, intentan resolver sus desencuentros vitales durante un viaje iniciático siempre pospuesto, en el que ambas sacarán a relucir lo peor y mejor de sí mismas, sin encontrar un lenguaje común con el que comunicarse.
Pepa Roma venía observando en el comportamiento entre mujeres ciertos rasgos ajenos a las proclamas feministas, como un lenguaje corrosivo, la envidia, una rivalidad encubierta o la pugna por un mismo hombre y quiso reflexionar sobre la amistad femenina en una novela.
“Existe una gran mitificación de la amistad femenina, en el sentido de que siempre decimos que ‘nos quedan las amigas’ como último refugio cuando el matrimonio o la pareja falla, para viajar juntas y compartir los problemas, cuando muchas veces esas relaciones están cargadas de rivalidad”, describe Roma.
La escritora sitúa a sus dos personajes en la India, un lugar que define en su novela como “un estado de ánimo” y, a partir de ahí, construye los personajes de Che y de Lola y las relaciones de poder, de tiranía y de culpa entre ambas.
“Mi novela es una lucha por la propia identidad, con una tensión constante entre el pasado y el presente, en el que confluye nuestro origen y la vida globalizada que llevamos, ya sea para sumar o restar, según cada personalidad”, reflexiona la autora.
“En mi novela, Lola es catalana y, además, se siente española, ha vivido el feminismo, el comunismo, el marxismo, el socialismo y ahora vive en Madrid y todo suma, mientras que Che es una catalanista militante excluyente; y ambas utilizan sus ideas como arma arrojadiza”, explica.
Pepa Roma, una enamorada de la India desde su juventud, país en el que se instaló durante un largo periodo de tiempo en su veintena, y al que volvió hasta cinco veces más en su vida, bien como viajera o como periodista, perfiló la idea de esta novela durante su última estancia en Bombay, hace tres años.
“Para mí, la India es un estado de ánimo, porque te hace conectar con tu alegría más íntima, más profunda, una alegría que nace de tu interior, como esa felicidad sin motivo que tienen los niños, esa felicidad natural de quien llega a este mundo; una belleza que te deja maravillada, sin palabras…”, reflexiona Pepa Roma.
Durante su último viaje, la protagonista de la novela, Lola, se percata que su India mitificada ya no existe, porque ahora hay otra más allá de la ideología hippie de su juventud: su propia patria interior.
“Ahora Lola ya no necesita de doctrinas ni de guías ni de gurús, ya que es capaz de experimentar a su manera y de reencontrarse con ella misma, siguiendo sus propios principios éticos”, reflexiona Roma.
Preguntada por si está desencantada por la evolución política y social de los últimos cuarenta años, subraya: “yo he ido superando etapas y los ideales de juventud, como la igualdad o la justicia, me siguen siendo válidos, pero revisados por mi experiencia acumulada”.
“En cierto modo, podría representar al joven de hoy, que se sabe depositario de los valores de sus padres y sus abuelos, como el ansia de libertad, el marxismo, el feminismo, la igualdad, pero no a través de las consignas políticas, sino yendo más a la esencia”, recalca Pepa Roma.