Jesús Martínez Castellanos, que presentó el estudio, junto a Luis Ángel Schweizer.

Los ciudadanos no ven nada claro el futuro del sistema de pensiones. La preocupación y la desconfianza atenazan a la población, que teme comprobar cómo el importe de su paga se recorta cuando le llegue la edad de jubilarse. Nueve de cada diez andaluces (90,7 por ciento) consideran que la crisis económica que envuelve a España pone en peligro el futuro de las pensiones. Así se indica en un estudio encargado por Mapfre y que fue presentado ayer por el director general de negocio de Mapfre Vida, Jesús Martínez Castellanos.

El informe, realizado el pasado mes de marzo a través de una serie de encuestas, pone de manifiesto que la población está muy preocupada por lo que pueda ocurrir con las percepciones por jubilación en los próximos años. Esa inquietud ha crecido en los últimos meses. Comparando los datos del estudio presentado ayer con otro elaborado el año pasado se observa que ha habido un aumento de diez puntos respecto a la idea de que la mala situación económica repercutirá negativamente en la Seguridad Social. Ese hecho ha ido unido en paralelo a un descenso de las opiniones que estiman que el cobro de la jubilación estará asegurado en las próximas décadas.

Esa desconfianza es la que hace que el 87 por ciento de las personas participantes en la encuesta afirmen que las reformas aprobadas recientemente por el Gobierno no serán suficientes para mantener la viabilidad del sistema de pensiones, por lo que habrá que poner en práctica nuevas medidas. Otra conclusión del informe es que casi la mitad de los consultados creen que el importe que cobrarán cuando les llegue la edad del retiro será más reducido del que recibirían ahora.

Activos y jubilados

Martínez Castellanos explicó que en estos momentos cuatro trabajadores en activo financian la paga de un jubilado. Esa situación irá desequilibrándose en los próximos años. Así, en 2030 la relación será de 2,4 activos por un pasivo, y en 2050 de 1,6 activos por cada jubilado. Esta circunstancia afectará gravemente al sistema de pensiones.

El estudio, elaborado por Villafañe & Asociados, indica que casi la mitad de los andaluces desconocen los aspectos concretos de la reforma sacada adelante por el Gobierno, salvo que se ha retrasado a los 67 años la edad de jubilación. En cambio, se ignora que el nuevo periodo de cálculo de la pensión se amplía de 15 a 25 años, que será necesario tener cotizados al menos 38,5 años para retirarse a los 65 años y la obligación de haber cotizado 37 años para percibir el cien por cien de la pensión.

Como alternativa a la incertidumbre del porvenir y a posibles nuevos recortes, el estudio efectuado por encargo de Mapfre señala que uno de cada tres ciudadanos (35.5 por ciento) ya ha abierto un plan de pensiones o seguro a largo plazo. No obstante, la cifra de clientes que optan por esa alternativa es menor en España que en otros países europeos, donde hay una mayor concienciación en ese sentido.

El director general de negocio de Mapfre Vida precisó que cuanto antes se abra un plan de pensiones es mejor, ya que permite que con unas aportaciones más pequeñas se consiga un montante elevado cuando llega la jubilación. «Lo aconsejable es disponer de un plan de pensiones o de ahorro a largo plazo desde el mismo momento en que se empieza a trabajar», manifestó Martínez Castellanos, que estuvo acompañado en la presentación del informe por el director general territorial de Mapfre en la zona, Luis Ángel Schweizer. Asimismo, destacó la importancia de que los ciudadanos conozcan el importe real que cobrarán cuando se jubilen, como recomienda el Pacto de Toledo. De momento, ese dato no lo ofrece la Seguridad Social a los trabajadores.