Mientras Duran dice que democracia e islam son incompatibles, CiU sufraga con 50.000 euros un Congreso de Feminismo Islámico
El gobierno catalán tampoco se escapa del pago a los islamistas. Mientras adeuda 45.000 euros a las víctimas catalanas del terrorismo, correspondiente al ejercicio de 2010, sufraga con 30.000 euros las actividades del integrista musulmán Abdennur Prado. Además, Abdennur Prado también ha recibido 50.000 euros de la Generalitat a través de la llamada Asociación Sakina, para la organización del Congreso Internacional de Feminismo Islámico -un sarcasmo, tratándose del mundo musulmán-, que también dirige el propio Prado.
Sorprende una vez más el doble lenguaje de Convergència i Unió con relación al islam en Cataluña. Mientras por un lado apoya económicamente actividades organizadas por entidades islámicas y cuya utilidad social sería más que cuestionable, con la otra cuestiona la capacidad de integración de los musulmanes residentes en Cataluña. Ese dualismo recuerda al mantenido durante años con relación a la vinculación o no de Cataluña al resto de España. Se trata de contentar electoralmente a todos, aunque sea a costa de asuntos que exigen pronunciamientos rotundos e inequívocos. Es el precio que tiene que pagar la casta por contentar a tirios y troyanos, sin que el resultado sea otro que el empeoramiento de las perspectivas sociales de los ciudadanos autóctonos.
Islam, incompatible con la democracia
Esta misma semana, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida señaló que el atentado terrorista en Marraquech era una demostración de que el islamismo integrista “es incompatible con la democracia”.
“Éste es un atentado del islamismo integrista que no quiere democracia, porque sabe que vive mejor y tiene más capacidad de reclutar a gente cuando hay miseria, cuando no hay respeto a las libertades y los derechos humanos”, señaló el también presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso.
Tras este claro ejemplo de ubicuidad discursiva sería razonable que algún dirigente cualificado de CiU nos aclarara cuál de las dos posturas que mantiene la coalición nacionalista con el islam debería ser tomada en seria.
Los democratas cristianos de CIU llevan más de 30 años burlándose de los católicos (se parecen a los de intereconomía) y fueron ellos los que llenaron de mezquitas Cataluña en le época de Jorge Pujol. En el mundo civilizado un nacionalista ama a su tierra. Pero CIU ha demostrado odiar a Cataluña, pero el rebaño electoral (con charnegos incluidos) les ha votado. CIU odia a Cataluña porque la hunde y la separa se nacionalidad histórica que es España. Es CIU quien divide a los catalanes entre españolistas y separatistas para fomentar el odio entre ellos. CATALUÑA ES ESPAÑA CIU ES… Leer más »
¿Feminismo islámico? Esto sí que es una paradoja.