Cerca de 1,28 billones de dólares le costó a EE. UU. la búsqueda del terrorista ‘número uno’, Osama bin Laden, según el Servicio de Investigación del Congreso, que indica que esta suma se destinó a la guerra contra el terrorismo iniciada en respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Esos recursos, que son equivalentes al déficit presupuestario de EE. UU. para el año fiscal 2011 o al volumen total de la economía de Canadá, se asignaron durante este tiempo al pago de guerras, medidas de seguridad y gastos sanitarios por razones bélicas, afirma el Servicio de Investigación del Congreso.

La campaña en Afganistán destinada a capturar a Osama bin Laden y derrocar al régimen talibán absorbió 444.000 millones de dólares del presupuesto estadounidense. La guerra en Irak ha costado casi el doble de la suma (804.000 millones de dólares). Además, los expertos tomaron en consideración los costos del servicio de inteligencia y el refuerzo de las bases militares de EE. UU. en todo el mundo.

Asimismo otro aspecto material que se vincula con la muerte de Bin Laden es la recompensa por un valor 25 millones de dólares ofrecida por la cabeza del terrorista ‘numero uno’ y el más buscado del mundo desde hace 10 años.

El empleo de la práctica de remuneraciones se convirtió en un activo importante en la lucha del Gobierno estadounidense contra el terrorismo global. El programa Recompensas por Justicia (Rewards For Justice) que estipula el pago de remuneraciones monetarias a las personas que proporcionen información sobre los terroristas, fue introducido por el Departamento de Estado norteamericano en 1984.

Pero todavía no está claro quién va a recibir la recompensa en este caso. Es posible que nadie consiga ningún tipo de compensación, ya que según los funcionarios de la administración de Obama, algunos detenidos desconocidos de la prisión de Guantánamo podrían ser las fuentes de información clave que ayudaron a localizar a Bin Laden.

Anteriormente la mayor recompensa en el marco del programa, por un monto de 30 millones de dólares, se entregó por la información sobre Uday y Qusay Hussein, los hijos del dictador iraquí Sadam Hussein que fueron posteriormente asesinados.

También se dio otra recompensa por la captura de Ramzi Yousef, condenado por el atentado de 1993 contra el World Trade Center.