Sergio Ortega sostiene en brazos a su hijo, al que no permitieron el acceso a la escuela, junto a su mujer y los hermanos del menor.

Un colegio de Málaga capital ha tenido que readmitir a un niño de 4 años al que expulsó de forma indebida por su mal comportamiento. El centro Nuestra Señora de La Luz, donde estudia el menor, comunicó el lunes a los padres que este no podía asistir durante nueve días. Solo ha perdido uno. En menos de 24 horas, la escuela se percató de que la normativa no permite expulsar a niños que estén matriculados en Educación Infantil (de 3 a 6 años) y rectificó su error. Anoche, el director telefoneó a los progenitores para pedirles disculpas y anunciarles que su hijo podía asistir hoy a clase con normalidad.

Todo comenzó el viernes, cuando los padres fueron a buscar al pequeño a la salida del colegio. «La monitora le contó a mi marido que el niño se portó mal», apunta la madre, Rafi Ledesma. Su padre, Sergio Ortega, añade: «Me dijo que había escupido y le había dado una patada a una maestra. Lo castigué sin salir, sin ver la televisión y sin tomar dulces».

El domingo, cuando la familia salió a dar un paseo, Rafi vio que su hijo se sacaba un papel que llevaba guardado en la chaqueta. Era un escrito del centro. En él, convocaban a los padres a una reunión el lunes por la tarde con la tutora del menor. «Nos explicaron que el centro tenía unas normas y nos informaron de la expulsión», relata la madre.

La noticia fue un jarro de agua fría para la familia. «Mi marido y yo trabajamos y no tenemos con quién dejarlo», añade ella. Sergio tuvo que pedir ayer el día libre para hacerse cargo del pequeño. Aun así, acudió al colegio a las nueve de la mañana para intentar que dejaran asistir a clase al menor. Sus otros tres hermanos escolarizados en el centro entraron con normalidad, pero a él se le impidió quedarse. El matrimonio tiene otro hijo de dos años.

Notificación

Los padres del pequeño exigieron al colegio que les notificara por escrito la expulsión. «Quería un papel que demostrara que yo he llevado al niño y que ellos no le han permitido entrar», afirma la madre. «En el documento ponen muchas cosas, pero mi hijo no es así, al menos en casa. Es imposible que por las buenas pueda agredir a alguien. Algo le pasa allí».

Tras conseguir el escrito de la expulsión, Sergio se dirigió a la Delegación de Educación para solicitar la readmisión del pequeño. «Me dijeron que era una decisión del director y que ellos no podían hacer nada». Se marchó a casa sin solución.

Pero todo cambió en unas horas. Anoche, la delegación, que había abierto una investigación, se percató de que se había cometido una irregularidad, ya que el reglamento escolar no permite expulsar a alumnos de Educación Infantil. Inmediatamente, se tomaron medidas para la readmisión del menor y para garantizar por completo su escolarización, según explicaron fuentes de la Junta. «El director nos ha llamado para pedirnos perdón y para decirnos que ha sido un error burocrático», concluye Rafi, quien asegura que aceptó sus disculpas. Este periódico intentó, sin éxito, conocer la versión del responsable del centro.