El candidato a la Alcaldía de Badalona, Xavier García Albiol, ha reiterado su apuesta por una política contra la inmigración ilegal más dura y eficaz para Cataluña y España, como sucede en Francia o Alemnia, de manera que “quien no se comporte esté sometido a medidas más duras”. Albiol ha pedido “una mayor presión policial” contra la inmigración ilegal porque con 600.000 parados en Cataluña no creo que hagan falta más inmigrantes”, aseguró.

El candidato del PP ha sostenido su discurso en contra de los inmigrantes porque a su entender ya hay un exceso de estos ciudadanos que viven en situación irregular y que se aprovechan de los servicios sociales. Albiol aseguró que “sobre el papel, un inmigrante no tiene más derechos que un ciudadano autóctono, pero en la práctica sí”, por lo que propuso “priorizar los servicios sociales básicos disponibles para los vecinos de Badalona, frente a las viven en situación irregular”.

En declaraciones a TV3, el alcaldable del PP aseguró que si bien “los catalanes no son racistas” (él mismo negó considerarse de esta guisa), pero “decimos basta a una situación y un discurso ‘bonista'”, y puso como ejemplo que el 70% de la gente que ha recibido una ayuda para alquiler por parte de la Generalitat son inmigrantes”. Albiol, que se definió también como católico no practicante, aseguró que sus posiciones políticas no están en contradicción con sus creencias: “Es aceptablemente cristiano tener estos posicionamientos”, aseguró.

Tras conocer los resultados de la encuesta del COE, que asegura que la el 41% de catalanes considera que la inmigración es negativa, Albiol aludió al contrato de inmigración que propone su formación para solucionar el problema de la inmigración irregular, y frente a las acusaciones que le han señalado de racista, fascista o xenófobo, se vanaglorió de liderar “todas las encuestas”: “Por primera vez en 32 años hay un cambio en las encuestas” de la ciudad de Badalona, y “por primera vez en 32 años, personas que no son del PP me pueden votar”.

Por último, el candidato del PP acusó a los partidos que le denunciaron ante la Fiscalía por actitudes racistas, de mentir: “Todo es una gran mentira. SOS Racismo, ICV y el Govern esperaron seis meses a poner la denuncia para esperar a las elecciones”, aseguró.